Ay Pablete, si no sabes entrevistar a que te metes.

Si Hitchcock afirmaba que meter en una peli a animales o niños era un evento preferiblemente a evitar, Pablo Motos debe haber aprendido que meter en un programa familiar de entretenimiento políticos en campaña careciendo del callo y las habilidades es algo temerario. Comprendo a Pablo, ya se le ha pasado el momento de preguntarle a Miley Cirus cuando le han crecido las tetas tras su anterior visita cuando tenía 13 años, y llega una étapa en la vida en que uno aspira a cierta respetabilidad o reconocimiento que generalmente no te dan babeando siendo un miraescotes de las invitadas y arrimando para frotar cebolleta.

Pero los políticos por tontos que parezcan y sean al final estan curtidos en eso, y es muy complicado llevartelos a tu terreno, más siendo Pablo Motos. El primer embite tenía el morbo de que él mismo lo había cebado admitiendo tenerle ganas a Sánchez, y efectivamente, lo recibió con sonrisa torcida del que está dispuesto a sacarte la cheira a la menor. Aún teniendo Sánchez multiples flancos donde atizar, el resultado unánime en prensa y redes sociales es que si al terminar Sánchez le pide una declaración pública de voto incondicional la hubiese conseguido. Motos fue a morder, y volvió más que magullado. Si le dice que le da cinco duros para que se compre una bolsa de pipas mientras lo deja a solas un rato con su mujer, Pablo se la deja. Aunque no anunció que Pedro había ido al hormiguero a divertirse, se lo pasó piruleta.

Las tornas se invertían con Feijoo porque el recibimiento ya no era hostil, dentro de lo hostil que pueda ser Motos, sino amable, de hecho gente ociosa ha identificado entre el público que lo recibió al grito de presidente a miembros de nuevas generaciones, que de nueva tienen poco, porque son como esa gente de 50 que se sigue disfraznado de tuno de derecho para dar la turra. Alli se plantó Albertiño con una chaqueta que parece le habían echado encima dispuesto a mostrarse espontáneo y dinámico, algo que está bastante lejos de su personalidad. Le hubiera ido mejor ajustandose a lo que es de manera pública, un tio aburrido, soso y gris, que es lo que demanda generalmente el votante del PP.

Cada pregunta era un poco el descojono. Motos, a diferencia de la entrevista con Sánchez no interrumpió (por ahí hay quien ha contado las interrupciones). El problema, que se les debió pasar por alto, es que a Feijoo si lo dejas hablar, aparte de acartonado, se le nota que no sabe hacerlo, después de soltar lo que se ha aprendido comienza a divagar en torno a palabras clave, que es lo que deben haberle dicho que tiene que hacer, decir muchas veces ciertos términos, pero el resultado de esa chachara termina siendo una gilipollez enrevesada sin sentido. Motos por su parte se las iba comiendo todas sin reformular, o cuestionar las respuestas que posiblemente no procesaba, Motos no era Frost contra Nixon, Motos tenía un guión y poco más.

Aún así me quedo con varios puntos, a mi juicio álgidos y que resumen un poco la merma de la pareja protagonista. Cuando le preguntaron que es el Sanchismo, Albertiño recuperó la definición sarcástica de Pedro, el sanchismo es «maldad, mentira y manipulación». Reconforta ver que un candidato a presidente de gobierno habla en esos términos simplones y adultos del actual presidente, la cosa no da para más, como no lo da ese globo que se han inventado del sanchismo, simplemente no existe.

Por supuesto Motos no rebatió ninguna de las gilipolleces de Feijoo, como que su prioridad es la sanidad cuando fue bajo su mandato cuando mayores manifestaciones por la poda y privatizaciones que hizo de estos servicios en Galicia, asi llegamos a la segunda, cuando Feijoo se quejó de que la presión fiscal de los españoles es de las mayores, eso, por supuesto sin cifras. Aqui se cubrió de gloria con el ejemplo, el otro dia en el mercado (mentira) vi que un kilo de naranjas valía 12 centimos (otra mentira), mientras que la bolsa (donde aparentemente solo puede meterse 1 kilo de naranjas, que pueden ser 5 o 6) costaba 15 centimos, eso no puede ser, dijo. A ver Albertillo, como ejemplo de presión fiscal, aunque ya de hecho es mentira ni que hagas la compra ni que encuentres naranjas a ese precio en el super de barrio, es una puta mierda de ejemplo y el impuesto a las bolsas no es para recaudar, sino para que no te lies a acumular y gastar plásticos. Por supuesto Motos no hizo ni brumm, se la comió toda como una Lapiedra y pasó a la siguiente.

Pero tal vez mi momento favorito fue cuando el incisivo Motos le pregunta, usted esta tan feliz en Galicia y de repente le llaman para salvar al PP y tiene que ver a Madrid, a lo que Bertiño responde, me alegra que me hagas esa pregunta.

Amoave, seamos un poco serios. Feijoo ya estuvo en Madrid, con Aznar, dirigiendo mierdas varias de segundo orden. No es un tipo nuevo, cuando uno ve vídeos de aquellos tiempos tan felices, siempre aparece en segundo o tercer plano, es como esos secundarios que se hacen populares en la serie de moda cuando tienen ya sus años y que entonces uno repara que lo lleva años viendolo en películas donde resultaba invisible. Cuando el PP vuelve a ganar de la mano de Mariano, este, ya sea por tonto y/o por evidente y pese a la afinidad gallega decide prescindir de él y dejarlo bien donde está.

Más tarde vendrían las primarias donde, aunque se le esperaba, reusa presentarse porque teme quemarse y quedar por detras de Soyaya, Cospe y posiblemente también Casado, que quedar detrás de Casado ya es algo jodido de soportar. Por supuesto no quemarse es su prerogativa e indudablemente hizo bien para mantener sus opciones de futuro, pero eso de que estuvise agusto en Galicia y no pensase en otras empresas no se lo cree nadie. Tanto que cuando a Casado le dio la fiebre de la remolacha se puso a maquinar y maniobrar en la trastienda para hacerle la cama a Casado para mantener al PP en la senda del chanchullo que llevan en su ADN y de la que nunca saldran, todo eso si, asegurandose que no tendría que pasar por refrendo interno alguno. Porque Alberto es un mafias, eso si que hay que reconocerle. Pero si el entrevistador ya dice que te llamaron para salvar al partido pues que vamos a esperar.

Por supuesto ni las hormigas tuvieron arrojo para mencionar a Marcial, o para cuestionar ni siquiera minimante su gestión caciquil que dejó, en cifras, una Galicia sustancialmente peor que la que encontró y donde mantuvo el tipo untando medios. Motos si que invitó a Feijoo a divertirse al hormiguero, pero para cualquiera que no tenga la mente rota solo generó dolores de cabeza. Esta claro porqué los candidatos prefieren ir a estas historias que a programas serios con entrevistadores/periodistas de verdad, y no ex DJs metidos a showmans. Lo que no está claro es que pinta este tio metido a algo que no es.