Paul Auster abandona la habitación

Afirmaría que el último libro que leí de Auster fue el Libro de las Ilusiones. En mis tiempos mozos hice mis deberes, aplicado que era uno, y me leí la trilogía de Nueva York y varios otros, incluso me leí un libro que editó con los microrelatos de oyentes de un programa de radio en el que colaboró y donde contaban circunstancias curiosas (coincidencias o como diría Iker Jimenez, serendípias) Crei que mi padre era Dios, que en su momento me gustó y cuando traté de releerlo hace poco me dio cosica.

También vi sus experimentos cinematográficos, como guionista y director con Wayne Wang y Harvey Keitel (Smoke y Blue in the face), porque Auster comenzó escribiendo guiones, que digo yo también tiene cierta carga irónica y amarga lo de morir de cancer de pulmón habiendo firmado Smoke. Y bueno llegó un punto en que consideré que era suficiente y que no necesitaba mucho más de Auster en mi vida lectora (snif). Después de eso creo que alguna vez he comenzado alguno de sus novedades en momentos de tedio, pero mentiría si digo que llegué más allá de la veintena de páginas.

Supongo que Auster era un poco autor para toda la familia, tipo Murakami (a quien este año dan el Nobel sin falta), se los puedes recomendar a tu suegra y a tu sobrina, a una novia o a su abuela, pueden gustarles o no, pero no van a incomodarles ni causarles ninguna mala impresión, no van a pensar mal de ti, son libros que puedes poner en la estanteria del salón, que puede ver todo el mundo. Todo está bien, todo es correcto, todo es lo que uno espera de un escritor, en este caso americano con un pasado europeo bastante reseñable. Incluso coño, parecía buen tipo, inteligente, presentable, sensato y hasta en sus tiempos mozos incluso pudo ser galanazo del cine y dabe bien en cámara.

Pero la realidad es que no me despertaba mayores pulsiones, ni interés, tenía la sensación que había mucho de meta, de tramoya, de juego de luces y no tanto de cosas en carne viva, en Auster hay mucha técnica, mucho de meta, irreprochable todo, pero algo falto de víscera, de nervio, y porque no decirlo, de riesgo o con un riesgo muy controlado. Y por eso, supongo, dejé de leerlo. En cualquier modo, buen viaje Auster.

No Pedro, no trates de gustarles

La primera vez que vi lo del Begoño fue en el movil del suegro, que cada vez que voy de visita le tengo que quitar doscientas alertas y mierdas varias, que es lo que más me apetece del mundo. Eso le llegaba por wasap (saltó el aviso, no fisgoneaba su wasap, solo fisgoneo por encima sus últimas búsquedas en google), se lo enviaba un sobrino algo paleto que es, claro, votante de Vox, no en una gacetilla rancia, ni en una tertulia del cascabel y el gato, donde también se ventilaría el asunto.

Luego me diría atribulado, tu crees que esto..?, y mi pareja, su hija a la sazón, lo reprendió, padre (dramatización, no lo llama padre), no diga eso por ahí fuera que se descojonan de usted. Da igual que sea burdo, o lamentable, el bulo ni siquiera necesita el soporte de los medios de mierda que nacen como setillas al abrigo del dinero administrado por el PP. Están en wasap, telegram y los difunde tu sobrino, aquel que nació después de que advirtieras a tu cuñada que no fumase durante el embarazo.

El bulo como tal, es decir, la mentira burda, desmontable, sin raiz o raices peregrinas en prensa es, temo decirlo, la punta del iceberg, también sería la unica atacable poniéndose serio con la financiacion de estas gacetillas que fundan rebotados de, invariablemente, ABC o La razón (aunque el MAR de turno encontraría la manera de inyectarles dinero público igual), porque denunciarlos para qué, la función de que los publiquen solo es dar soporte para que anormales como Almeida lo difundan (ayer mismo difundió otro) y su desmentido tiempo después de la vida útil de la trola es un sinsentido.

El problema es que el grueso de la desinformacion es otro. El grueso está en la generación de una corriente de opinión. Para eso Anarosos o Grisos o Motos tienen horas de tele donde te meten tertulias con una aparente diversidad. La diversidad es aparente por cuanto la derecha la representan desequilibrados de La razón u OKdiario, como Garcia Juez, Cuesta y ralea similar, o soldados de fortuna como Naranjo que ahora está en todas las salsas. El contrapeso lo da gente muy controlada y medida, y cuando se salen del guión, como Cintora, los devuelven a toriles. La parte «progresista» está en minoría y además no debe tener muchas luces para que el sentido común se lo apropien los personajes que representan la línea editorial. La sensación del espectador tras el visionado de esos contenidos debe ser clara.

Esta creación de un estado de opinión se prolonga a los informativos, si se les puede llamar asi. Ahi ya se tienen que cortar un poco, no pueden tirar del bulo grueso que le vale a El debate, el bulo permanece, pero ya necestiarías un economista para desmontarlo, no se ve a bulto (por gente con conocimientos normales) y tienen que controlar la dialéctica, pero el efecto es el mismo. Vallés comienza y termina sus «informativos» con una carta a los corintios, es decir, opinión, para después mostrar una visión parcial de la realidad, donde solo se cuenta lo que le interesa, se omiten los datos positivos, se enfocan los negativos y no se contrasta o se buscan expertos que interpreten datos y cifras. El informativo se refuerza esa idea que antes Griso u Onega llevan trabajándose mañana y tarde, esa línea editorial por cuya difusión luego te dan premios literarios o honoris causas.

Y contra eso lo cierto es que poco se puede hacer, por supuesto no se trata de que un gobierno o presidente guste a todos, algo del todo indeseable, pero ¿cómo se estimula que los medios de comunicación o informativos observen una mínima ética periodística cuando no hacerlo es tan rentable? Efectivamente, no se puede. Anarosa nunca va a dedicar un trato no ya amable, sino neutro a un gobierno progresista porque aprovecharían para echarla (cobra mucho para lo que ofrece) y poner a la anormal de Terradillos. Será por mercenarios dispuestos a ofrecerse.

Por eso resulta interesante ver que piensa el gobierno que puede hacer. No se pueden poner puertas al campo, y si pensamos en redes sociales, mensajería, etcetc, no hablamos de campos, hablamos del puto planeta, plantearselo es idiota. Utilizar la tele pública como contrapeso sería contraproducente, por otro lado, lo que se desea de un servicio público es que sea crítico con el poder, con la oposición también claro, pero desde el rigor y desde la ejemplaridad más escrupulosa.

La realidad en España y en medio mundo es simple. Los medios de comunicación pertenecen en gran parte a grupos económicos que tratan de crear climas para poner a sus playmobiles como el gallofo de feijoo en las instituciones. Y salvo educar a la gente en el sentido crítico poco puede hacerse, freir a demandas a cuantro recogeesparragos con gacetillas digitales desde luego no servirá de nada.

La broma infinita

Una de las conclusiones de la estraña maniobra de Saimlich es que el pánico que se apoderó del Psoe destapaba una verdad aspera. No hay sucesor para Sánchez. Ninguna de las cabezas visibles dan un nivel muy mínimo, ni inmediato, ni me temo que a medio plazo. Eso no es culpa de Sánchez, quien se postuló en su momento contra la candidata casi única del aparato del partido, Susana que es menos que cero. La figura del lider cuando apareció Sánchez estaba más que vacante.

Por desgracia eso no es una cosa del Psoe, la estructura de los dos partidos predominantes provoca esto, adhesión en torno a un lider monolítico y descabezamiento de todo quien se plantee como disyuntiva aunque el potencial amenazador sea bajo. El anterior «lider» del PP era alguién tan pasado de vueltas y falto de primaveras como Casado, y su sustituto fue un gallofo farfullas y chanchullero al que habían arrinconado en galicia donde tenía montado su tinglado maloliente. Como tienes cabezas tan mediocres, tienes que apagar cualquier luz cercana, no siendo que se opaque el ténue brillo.

Tambien es posible que la política espante a la gente no ya válida, sino normal, y que al final sea cosa de mongolos. Porque simplemente, aparte de mediocre, miserable y mala persona hay que ser mongolo para comulgar con las líneas oficiales e irlas a defender donde toque, quiero decir, uno ve a Ana Vazquez y piensa, ¿de donde coño ha brotdo este ser confundido y bueno, como tienen el cuajo de presentarla al público?

Y lo que queda en política es un simulacro, una pantomima, un teatrillo. Si encima consideramos que la política ya tiene gran parte de representación, nos encontramos que tenemos un guiñol sobre un teatrillo cutre. Eso es lo que vemos a diario.

Volviendo a las representaciones que nos hacen pasar por genuinas hoy leia más sobre el horroris causa de Vallés, como caso de estudio del modo de actuar del PP, que si, es el representante principal de la derecha, pero no es la derecha. El honor se lo daba la Universidad Internacional de Valencia, la VIU, Universidad que fundó Camps, ese tipo que todos sabemos que es culpable pero salió inocente por cosas de la vida y que sería vendida por cuatro duros a Planeta por la consejera de cultura (hoy alcaldesa) poco después. Como otras universidades igualmente patrocinadas da títulos y honores del chichinabo a gente afin que no los acredita, como el chuchillo Valdés. El padrino del la ceremonia fue, oh chorprecha, otro tipo ecuánime como Marhuenda, y ¿donde estaban haciendo horas de tertuliano ambos poniendo a parir a Sánchez ayer? En A3. Todo queda en casa. El PP necesita eso, honores comprados, falsos, títulos y masters pagados, lo que es peor de todo, por el erario público, pero con el mismo valor que la etiqueta de un detergente.

Porque para el PP la libertad de prensa consiste básicamente en tener libertad para colarte como gente imparcial a gente que no lo es, y lanzar un clima, que no tiene porque llegar al bulo, contra alguien o algo que no les interesa o les incomoda. La función la remataría en horario vespertino Motos, alertado por más tertulianos del a granel de que el gobierno iba a por él, como si mañana fuesemos a ver la policía del pensamiento decapitando a las hormigas en prime. Esa gente esta muy loca y ya no se sabe si se creen sus putos delirios.

El mayor placer del diablo, ya se sabe, es burlarse de dios pervirtiendo sus obras y subvirtiendo sus intenciones (nobles, que es dios copón). Ese es un poco el modus operandi de esta ralea, controlar y atenazar el poder judicial pasado por su neolengua es defender la independencia juidicial, libertad de prensa es regar con dinero publico medios que no llegan ni a cuartos para que hagan de mamporreros, la meritocracia es llevar a sus retoños a cotos educativos y enchufarlos en empresas en puestos vedados al resto de los mortales, desprestigiar e insultar a un presidente es parte del estado de derecho, comprar diputados es alternancia democrática y cuando al alguien se le ocurre señalar lo poco edificante de sus prácticas, entonces es que está polarizando.

Y eso completa el drama, Sánchez es un egocéntrico que carece de alternativa dentro, pero fuera todo es incluso más baldío, solo hay mala gente que camina y va apestando la tierra.

La basura humana

La noche de la publicación de la carta de Sánchez, el inefable Vallés visitaba el hormiguero. La excusa era un doctor honoris causa (pausa para la risión) concedido por una universidad privada anexa al grupo para quien trabaja. El subnormal recibió el halago de Motos con ademán modesto, como, va Pablo, que me ruborizas, si no es para tanto. A ver Vicente, los honores o premios que te dan empresas del grupo para quien haces tus labores de zapador no son honores, ni premios, son complementos salariales. Eres un perrillo a sueldo que mueve la cola al ritmo que marca su amo, bien pagado, pero perrillo al fin y al cabo, Vicente, eres un ser ridículo.

Comenzaron con la carta de amor del presidente atribulado y para Vallés la culpa era, de, redoble, si, de Sanchez. No sabe que hace la mayor parte de los días, pero le parecía intolerable que sumiese a españa en el desgobierno. Ese sería uno de los puntos del guión argumental que enarbolaría el PP claro, Vicente no desafina porque sigue las pautas.

Las arcadas hicieron que renunciase a tan lamentable espectáculo, si ya verlo me produce rechazo, verlos chapotear en el fango que ellos han contribuido a generar ya es pedir demasiado, tengo el estómago de piedra, pero eso no quiere decir que no tenga mis límites.

La primera conclusión, aparte de la arcada, es que ser un Vallés de la vida es simplemente rentable, da de comer, llena el plato, y las cuentas. Desde Vallés a Iker Jimenez, que parafraseando a Nietzche ha visto tanto fantasma que se ha mutado en uno de ellos, a gran parte de la prensa de españa no se la explica desde el desempeño periodístico. Están ahi simplemente porque hay grupos de interes que los financian.

Ok diario, esdiario (obsérvese la intencion suplantaria), el debate, the objetive, la razon, voz populi…… toda esa basura no existiría si el PP con el dinero del contribuyente no la financiase. Por supuesto gente como los Carlos Herrera, Inda, … a las nuevas incorporaciones mas tibias tipo Del Val, apoteosis del cuñado navideño y mas para todos los públicos ya vienen con su pedrada de casa, pero en una sociedad sana estarian apartados de los canales generalistas, por simple higiene. Aqui no, aqui estan en pantallas y tribunas distribuidos y patrocinados por un engranaje con unos fines determinados.

Volviendo con Pedro lo que hay que decir es que la decisión de Pedro, sea cual sea o haya sido, tendrá como principal interés Pedro Sánchez. Esa es la constante de su carrera. Si uno lee por encima (no somos masoquistas) los libros (transcritos) que glosan sus andanzas se lee entre líneas, y en las líneas mismas, que todo lo hace persiguiendo sus fines personales. Otros fines más, digamos, altruistas, son meros efectos colaterales. Así Sánchez habla de su lucha, su resistencia, sus logros porque ese ha sido siempre el motor de su carrera, su constante. No es que vayamos a pensar que no sucede igual con el 90% de los políticos, pero hablando de Sánchez es lo que hay.

Su hipotética marcha, en cuanto a su persona, no supondría gran perdida. El contenido ideológico, elemento algo superfluo hoy dia, del llamado sanchismo es mínimo, pero si vamos al turrón la mayoría de las medidas que impulsó su gobierno se debieron a la presión de sus socios. Peor, el propio Pedro no dudó en ejercer de abusón y sumarse a las olas de collejas que las timoratas actuaciones de gente falta de un par de veranos como Garzón o Montero se buscaron, pese a que bueno, remaban en el mismo barco y siempre queda feo. Ni se le esperaba ni apareció cuando el represaliado del «sistema», la desinformación y el acoso judicial fueron gente como Iglesias, Oltra, Rosell, porque, simple y llano, le resultaba conveniente.

El problema por tanto no es Sánchez, cuyas virtudes son basicamente que lo puedes llevar a saraos internacionales sin dar ascopena como sucedía con Zapatero o Rajoy, pero que no dejan de ser las capacidades de un ejecutivo regulero de una multinacional. El problema es que la alternativa es simplemente tétrica.

Y es que el PP es un circo freak con un acusado elemento psicopático que a cualquiera debería poner los cojoncillos como bolas de anis. Lo comanda un gallofo retrasado que mientras la juventud de galicia palmaba a docenas por la droga no tuvo remilgos ni conflictos éticos o morales en recorrerse la costa española con un narcotraficante con quien hizo negocios, durante años. Si ya su album de fotos a pecho palomo en el yate del narco debería revolver el estómago, que el interfecto no lo haya considerado un obstaculo para presentarse a representar los intereses de un país debería ponernos más en alerta que al dueño de un gremlim de visita en irlanda, si, a ese tarado le da igual todo, encima es un farfollo que no sabe ni hablar y que la caga a cada sitio que va, solo tiene fuerza bruta, mucha, pero bruta. Que millones de personas voten eso más da que pensar, claro.

Pero es que el resto de su tropa de deshechos genéticos darían para malos de una peli de Marvel si no fuesen eso, tan putamente retrasados y analfabetos. Si, hablo de desequilibradas criminales como Ayuso, elementas como Gamarra, protomafiosos como Bendodo… en ese patio no hay nadie ni remotamente normal, esa banda tróspida es la encarnación de la bajunez, la ausencia de escrupulos, de verguenza y, me temo, de la menor gracia. Son la nada, en todo este tiempo no han planteado, propuesto, o esbozado nada, ni siquiera en circunstancias críticas les alcanzó más que para no estorbar, y no mucho tiempo.

Desde el punto de vista político la alternativa a Pedro son menos que nada, son carcoma, corrosión. Esta tropa debería reencarnarse varias veces antes siquiera de ser considerados como personas con una moral y un pensamiento normalizado. Y eso es la alternativa, la que en última instancia han validado el egocentrismo y tibieza política Sánchez todo este tiempo. Conviene no olvidarlo.

Los escorpiones – Sara Barquinero.

Tal como dije al final de la reseña de Estaré sola y sin fiesta las posibilidades de que me fuese a meter para el pecho 800 páginas de Barquinero no era una perspectiva especialmente atrayente. Quizá por eso mismo y aprovechando que era el día del libro me puse al tema, para eso están los principios y las señales del cuerpo, para no tomárselas del todo en serio.

La cosa comienza, tras citas y mierdas que son un poco desmotivadoras, con la prota, una joven que comparte piso y que anda preocupada porque lleva un par de meses hablando por una aplicación de citas donde el género masculino entra para mojar el churrillo y el femenino para que le acunen la oreja, con Javier y este lleva un par de días sin contestar. La pobre teme que le hayan hecho lo que ahora se llama ghosting, que pasen de ella vaya, y se resiste a constatar la derrota. Sin embargo el come come vence y llama al teléfono. Responde una voz femenina que corrobora lo anterior, si, le han hecho ghosting, pero literal, el amigo Javier ya no habita la esfera de los vivos, duele igual, claro, pero oye, no es como si pasaran de tu culo por fea o por pesada.

Aunque su amistad tinderesca es reciente, y bueno, no se conocían en vivo, la joven va al entierro, algo que parece perfectamente lógico y que haría todo el mundo, ir a despedir con familiares y allegados a alguién con quien no te has tomado una cocacola en un bar. Descubre que la interlocutora era la novia oficial, que el amigo Javier probó el método aprenda a volar por las buenas desde una ventana y aprovecha para hacerse con una agenda que la familia deposita sobre la lápida. Insistimos, no lo conoce de nada, pero se cuela hasta el cementerio. Sara, eso en la vida real no me lo hagas.

Encontramos el primer elemento común con el libro anterior, en el primer capítulo de los libros de Barquinero palma alguien, bien la tia abuela, bien el novio de tinder. El segundo es la afición de sus personajas por apoderarse de diarios y agendas que, repetimos truco, sirve para detonar la narración. Las protas de Sara no son peligrosas hasta que no se topan con algo manuscrito.

La pista aqui es una palabra misteriosa que escribión el bueno de Javier antes de palmar, Sinnesloschen, que nos conducirá a un universo bastante chafardero de conceptos bastante disonantes, leyendas urbanas, deep web, tor, Polybius, leyendas urbanas, el bar españa. Aunque la prota lo haga un poco distanciandose y confesando cierta incredulidad, la verdad es que es un melón muy chungo para abrir y se mete de cabeza.

Si la cosa va mal, empeora, porque la narración pasa a post del 4chan, de reddit y mierdas similares mientras siguen desfilando ligues del tinder y chutes de orfidal. La pregunta cuando uno pisa esas orillas es, ¿se puede hacer literatura de materiales de derribo más apropiados para Cuarto Milenio? Pues no tengo respuesta definitiva, eso si, particularmente no le he visto conseguirlo a nadie,me temo, tampoco este es el caso.

Si ya los ingredientes son bastante inflamables, la inclusión tampoco parece muy acertada, quiero decir, hay ratos que leo y creo que estoy leyendo algún artículo apestoso de alguna página magufa porque la autora parece que se ha olvidado del libro, de la prota y de lo chichinabesco de la trama y me está cascando magufadas y psicología del muy interesante a capón. Si, Sara nos mete chorrazos a caspoporro que parecen transcripciones de un tertuliano de Iker Jimenez, asi yo también te lleno 800 páginas, y mil.

La cosa, me temo, no mejora, las cosas como son. Esto es un poco lo que es. Supongo que puede gustar a cierto público entre los que no me encuentro que encuentren atractivos en los illuminati, los masones, los escorpiones y la baticao. Yo personalmente no. Descartado cualquier valor literario me temo que tampoco me acaba de funcionar como bestseller por eso, abuso de elementos ya muy Ikerizados y tampoco demasiado bien integrados. Pero bueno, si Nagore Suarez tiene su publico..

Estaré sola y sin fiesta – Sara Barquinero.

Leer a autores contemporáneos es, en buena medida, un puto dolor. Por algo decente que encuentras te topas con una cantidad inasumible de basura. Vale, basura de diferentes categorías, desde lo mamarracho e impublicable a lo que sería pasable pero no destaca por nada en absoluto, es decir, es prescindible.

Lo primero que hago con un libro por tanto es calibrar cuantas páginas son la broma. Por suerte en la literatura española se da más la novela breve, no solo de los tiempos efímeros actuales, sino un poco de siempre. Encuentro que una autora que publicitan como autora de moda nos intenta calzar una obra de ochocientas páginas y resoplo como si tras un cocido de viente vuelcos te sacaran una fuente de frisuelos. Por curiosidad, busco otra cosilla, uno tiene edades para saber que luego cuesta bajar esas ingestas. Llenar ochocientas páginas por otro lado hoy día tampoco me parecen un reto, quiero decir, el reto estaría en justificarlas, que el lector fuese por la setecientos cincuenta y dijese, hostia tu que esto se acaba, algo que según leo tampoco no es el caso, asi que creo que Los escorpiones pueden esperar, eso si, amiga, los tienes cuadrados tratando de que en tiempos en que a la gente le duele la cabeza por leer una noticia completa se vayan a meter en fregados de cientos de páginas.

Doy con este Estaré sola y sin fiesta y digo mira, si es la polla pues igual el otro, masoquismo si, pero con control de daños. Comienzo a leer y bueno, a las pocas páginas decido que es una obra Julian Marías en toda regla. Puesto que el amigo Marías ha palmado podemos usar su nombre para englobar a un gran número de autores españoles. Marías, por si queda algún alma despistada, fue un señor de una familia intelectual que decidió bien joven que iba a dedicarse a esto del libro y que tuvo la suerte (o desgracia) de petarlo en la veintena en gran medida por eso, su red de contactos (luego el público bendeciría sus obras, algo para mi del todo punto inexplicable dicho sea sin acritud alguna).

El problema de Marías es que en ausencia de un recorrido vital interesante porque por precoces que fuesen en esos tiempos no le había dado tiempo material, sus obras estaban confeccionadas con retales de otras, es decir, con cosas que el había leido, o visto, o escuchado, pero no vivido. Sus novelas eran, bueno, son, a la naturaleza como el museo de un taxidermista. Está lleno de cosas que aluden a la vida, pero sin una miaja de esta, nunca la han tenido, ni olido, ni estado cerca. Es pura reelaboración, pero plomiza. Tarantino por ejemplo, en sus primeras películas, remezcla escenas de otras películas, pero con su chispilla, su energía y eso le da cierta vidilla al mix, Tarantino usa cosas de otros para contar las suyas. Marías no era particularmente energético y muchas veces pues tampoco tenía nada de sustancia que decir.

Volvamos a Barquinero. La narración en segunda es tan molesta como siempre, pero bueno, es lo que hay. Comienza con una metáfora científica, el ser vivo más grande de un planeta, que es un hongo invisible que cuando quiere se folla árboles milenarios y de ahi pasa al detonante de la trama, bueno, lo que sea. Por lo visto se se muere su tia (segunda) Antonia. Antes la gente tenía tias (segundas) Antonias, y se las quería. Dentro de unos años tendrán tías segundas Jessicas, o Deboras o Daenerys con lo que su status futuro está por ver.

Eso hace que la prota viaje a Zaragoza, a asistir al sepelio, donde se nos regalan varias escenas de prota regresando al domicilio familiar. Deben haber librerías ya confeccionadas de capítulos de protagonistas regresando a la casa de sus padres y sorprendiendose de que la loza es la misma, o que su habitación les parece enana o que los posters de Bon Jovi les dan verguenza. Ya solo por cansinez nenes, es demasiado genérico, si estais escribiendo una novela y el prota va a casa de sus viejos, por favor no, no nos hableis del duralex o de los cuadros de ciervos por dios.

Dándose un garbeo la prota encuentra un diario de una misteriosa Yna que relata su enamoramiento de un tal Alejandro, y claro, eso es suficiente para poner su relación (que va regulinchi) y un proximo viaje a Cannes pendiente en solfa y ponerse a desentrañar el misterio del diario que encuentra en la basura cuando va a enterrar a su tía Antonia.

Como podeis imaginar no es la premisa más original del mundo, y tampoco su desarrollo. Es, como dije antes, literatura Marías. Literatura prefabricada, literatura de ultraprocesados. Típica novela de autor primerizo que coge de allí y de aqui y que no trae nada genuino, ni fresco, ni original, ni interesante, porque todo esto está más que gastado.

Asi las cosas supongo que al margen de la voz narrativa, ya digo, algo molesta, la cosa es correcta, no hay faltas de ortografía, metáforas groseras, no hay nada destacable pero tampoco nadaque atrape o enganche, al menos a mi. Si, supongo que hay mucha gente que disfruta de leer variaciones de los mismo varias veces, pero no es mi situación, cuando leo a alguién joven me gustaría encontrar algo distintivo, una trama, un estilo, una mala hostia, algo. Esto me temo que no es más que algo genérico de una autora joven. Por supuesto seguramente haya mejorado y tenga cosas nuevas que ofrecer, pero amiga, pedirme que me meta en un fregao de ochocientas páginas partiendo de esto se me antoja demasiado, igual dentro de un tiempo.

No se si me explico – Carlos Boyero

Para la generación que me precede eso de sacar un libro era cosa seria, fuese novela o fuese biografía, libros sacaba gente que tenía algo que contar o que estaba en una posición suficiente para hacerlo. Un libro era algo con cierto valor, más allá del objeto en si, marcaba cierto estatus. Ese respeto reverencial lo heredamos muchos (junto a otras muchas cosas), son mierdas que te inculcan de las que luego cuesta desprenderse aunque se evidencien idiotas en los tiempos actuales. Hoy para bien o mal un libro lo escribe cualquiera, y lo que es peor, para contar una puta mierda, hay que aceptar las cosas como son y son de esa manera.

Pero aunque sepamos la teoría es imposible leer con cierto estupor cosas como este libro surgido a rebufo del documental sobre el protagonista y que, deduzco, debe haber tenido la suficiente aceptación como para que la idea del libro prosperara.

El principal problema que le encuentro por saltar a la conclusión es que no añade sustancialmente nada en absoluto al citado documental ni tampoco a la figura de Boyero. No le encuentro ningún interés añadido en cuanto al contenido, porque cuenta mós o menos lo mismo de siempre, si además uno ha seguido, aunque sea tangencialmente al Boyero columnista, las sorpresas se reducen a menos que cero. Se trata de Boyero hablando, volveremos a eso, sobre sus temas habituales, cine, infancia, amigos, códigos, festivales, drogas y Almodovar. El menú de siempre sin el toque de patetismo (muy humanizador) que provocaba ver a un señor mayor perdido en la maraña de la modernidad y que justificaba el documental. En el libro Boyero es Boyero y nos cuenta, otra vez, todo lo que ya ha contado suficientes ocasiones Boyero sobre los temas de Boyero sin ningún valor añadido.

La estructura es simple, un amigo, Borja Hermoso, hace la introducción y nos cuenta que hay un Carlos y un Boyero, que no siempre se llevan bien. Eso es algo, al menos, la gente que tienen un personaje publico intensito que se llevan a casa tienen un nombre, cretinos. Su amigo nos dice que Boyero no siempre es un cretino. Gracias Borja.

Volvamos al tema de la forma, que podia ser que Boyero no tuviese mucho que añadir pero dejase cierto ejercicio estilistico, que aprovechase para explicarse mejor, para hacer cierta reflexión o para descubrirse estableciendo conexiones nuevas. Por desgracia si el esfuerzo en cuanto a contenido es bajo, en forma es aún menor, y no pasa de ser transcripciones de Boyero hablando, cosa que puede haberle servido para publicar columnas, al menos el confiesa que lo hizo así cuando no estaba en estado de dar a la tecla o pillar la pluma, pero en un libro queda como muy tieso. El lenguaje no solo es coloquial, sino que se divaga, se salta de tema y entran interjecciones propias del habla oral tipo, ¿por donde iba?, ¿que estaba contando? ah si, lo de no se que, han grabado a Boyero contando su vida y lo han transcrito a capón con cuatro correcciones, tal cual.

Y Boyero puede tener cierta gracia, pero no es tan gracioso, ni único, ni singular, es un tio que se ha desenvuelto con el desahogo de los hijos únicos y que tuvo suerte de caer en Madrid en unos años y con unos amigos que le permitirían ganarse la vida viviendo bien y sin hacer gran cosa fiandolo todo un poco a la pose. Un poco antes o despues el tio habría acabado de funcionario en correos amargandole la vida al personal hasta que le hubiesen dado la baja para dejar de dar por culo pero hoy me cuesta pensar que hubiese destacado.

Asi que de acuerdo, esto es material para sus fans, pero coño, les estas cobrando casi 20 euros por las transcripciones de un tipo hablando de cosas que ha contado cientos de veces, anécdotas y batallas bastantes veces amortizadas y alguna que tampoco fue gran cosa ni en origen. No se, que quieren que les diga, a mi me parece un timo. Lo siento me parece algo de mal gusto que ni siquiera hayan hecho un esfuerzo mínimo para justificar el tramite y hubieran matizado, profundizado, reflexionado o añadido algo que maquillase un poco que esto lo han facturado a toda pastilla y con ninguna gana para aprovechar la coyuntura.

Pablemos tenía razón

Resulta que Boyero saca libro y lo promociona estos días en sitios afines, en el caso que leo, el Español de su amado-odiado Pedro J. De sus declaraciones destaca el periódico una sobre Podemos, no es que Boyero sea conocido precisamente por su propensión a significarse politicamente, pero es lo que El Español considera importante que, inferimos, es lo que vende entre su parroquia. Aunque Podemos esté sepultado sigue siendo un buen gancho para generar clicks y hacer gotear el colmillo de una buena porción de gente. Eso es lo que debemos interpretar, aún muerto Podemos los pone palotes. De que saque libro pues que decir.

Dice Boyero que simpatizó con el Podemos primigenio, y que incluso estuvo a punto de votarles, pero que menos mal que no, como si hacerlo hubiese sido una mancha imposible de quitar. Parece un poco esos fans de una serie que en la temporada 2 son capaces de recitarte la lista de 20 nombres de la genealogía inventada de los Targaryen, pero que tras el fiasco de las ultimas temporadas reniegan y hablan de la serie que ocupaba su mente como aquella serie de los dragones que seguían así por encima, como si les avergonzara que los hubiesen timado, cuando lo único que sucedió fue que los creadores fueron incapaces de mantener un nivel digno en el cierre de la ficción cosa bastante común en las series. Es una verguenza un tanto extraña, a la par de extendida. Tranquilos, no pasa nada, no es culpa vuestra amigos, las ficciones se disfrutan hasta que dejan de ser disfrutables, no hay que arrepentirse de los buenos ratos si la cosa se tuerce y no culmina como esperabamos.

Pero volviendo con este renegar de Podemos tan popular poco podemos añadir a su parte de culpa, Podemos comenzó siendo una cosa y terminó, o deambula, siendo otra, eso es poco discutible a estas alturas, hay consenso, y en gran medida ellos tienen buena parte de la responsabilidad. Ahora, para quienes se averguenzan de haberles dado su apoyo aunque no llegase a materializar en las urnas hay que aliviarles la pena, no pasa, no hicisteis nada malo, gran parte de la necesidad de Podemos como partido y su discurso son plenamente vigentes y muchas de las «idas de olla» de Pablemos no eran tales, sino que se han demostrado ciertas. Atendiendo al panorama diría que un Podemos es más pertinente que nunca. Otra cosa es que la articulación de esto como partido fuese algo cochambrosa y que sucumbieran a impericia y personalismos varios, pero eso es otro asunto.

Veamos, hablaba Pablemos de la prensa. Basta darse una vuelta por las rotativas (ejem) para darse cuenta de lo apestoso del asunto. Cada medio informa de (u omite) lo que que quiere, y lo que quiere viene condicionado o dado por quien paga la fiesta, ni más ni menos. Todos los medios y gacetillas que predican el credo liberan (snif) están vivos y cuadran sus cuentas con dinero público que no justifican sus audiencias. Desde los más mamporreros, Negres, Indas hasta los que van más de dignos, The Objetive: Toda esta gente vive de la mamandurria patrocinada por el PP y solo deben su supervivencia a que sirven de plataforma de difusión del PP (pagada con el dinero de todos). Lo asumimos como normal porque nos hemos criado con eso, pero no lo es.

Otro asunto que ocupó a Pablemos fue el ahora llamado lawfare, que consiste en, te voy a freir a demandas basadas en pruebas más cutres que un disfraz de Seya en un carnaval de pueblo, pero que me va a permitir usar a los periódicos que pago con dinero de todos publicar noticias contra un partido a la par que amargarte la existencia en juzgados. Podemos resultó exonerado de irregularidades en la financiación, varios miembros de norte a sur han terminado siendo declarados inocentes, eso si, tras follarse sus carreras políticas con la colaboración de todo el peso mediático, desde Oltra a Rosell pasando por Alberto Rodriguez. Podemos ha sido machacado por la maquinaria legal sin que haya habido grandes consecuencias. El mensaje es bastante desvastador para navegantes al caer, os podemos joder la vida con impunidad. Y lo hicieron (en el caso de Oltra, hasta gente tan «venerable» como Savater se despacharon a gusto sobre su aspecto físico, si, ese Savater).

Aqui entra la judicatura. No hay jueces que prevariquen, ni condicionados, ni a sueldo de ningún interés, eran paranoias de Pablemos. Aunque mira por donde, al que le amargó la vida a Rosell lo terminaron castigando y a ella no, pero a la mayoría de los que prevaricaron contra Podemos la realidad monda y lironda es que no les sucedió nada, siguen con sus vidas. Y peor, con sus carreras.

Y con este panorama sería muy jodido estar en desacuerdo sobre lo que decía Pablemos acerca de la democracia en españa, no, por ratono que sea o ridículo que nos parezca por haber terminado gestionando una tasca, no se puede catalogar como idílica, tanto dan cuantos informes hagan diversos organismos patateros. En un momento determinado un partido con bastante respaldo puede sufrir el bullying del establishment, la persecución judicial, el castigo de una prensa vendida, y la indiferencia del ciudadano. Se ponga como se ponga quien se ponga, esto es asi.

Y finiquitado el proyecto, insisto, por presión externa y errores (gruesos) propios, encontramos que las reivindicaciones de Podemos siguen mas o menos tan vigentes como el primer día. Ha bastado que ellos (y otras alternativas menos claras) desapareciesen para que esto vuelva a ser el lodazal de siempre, con sus Koldos, sus Ayusos y su puta madre.

Asi que amigo Boyero por contraproducente y autolesiva que resultase la gestión personalista de Podemos, igual de lo que tiene que avergonzarse uno es de no haberles apoyado o de haber asistido como mudo testigo al linchamiento al tiempo que las alternativas tradicionales, manifiestamente peores han ido rearmandose. La verguenza no es haber estado tentado de votar a Podemos, sino que el PP gobierne en media españa y que todo siga siendo el lodazal que siempre fue.

Corrupción en Madrid.

Concluye el Pablos de El Buscón metido en lios, porque como dice Quevedo, es lo que le sucede a quienes cambian de lugares pero no de vida y costumbres. El Pablos de Quevedo nos cae menos simpático que el Lazarillo charro, a diferencia de este, no es inocente, ni una víctima de una sociedad bastante mezquina, es un arrivista que no duda de emplear las peores tretas para conseguir sus fines, y no un testigo o víctima de las tretas de los demás.

El caso de la comunidad de Madrid responde básicamente a la conclusión quevediana. Han cambiado los nombres, las maneras, pero las costumbres, los objetivos y los fines son los mismos. La antecesora de Ayuso fue destituida tras filtrarse un video, posiblemente difundido por ellos mismos, mangando cremas. De otros asuntos de más enjundia como falsificación de títulos académicos (algo muy del PP) se fue de rositas. Su antecesor, el antecesor del antecesor, la fundadora, Aguirre, todos han metido en mierdas feas de corrupción y podredumbre moral. Y Ayuso no solo no es diferente, al revés, es un poco la última de los Buendía, que nació con colilla de cerdo. Una secretaria del monton de Esperanza donde confluye la degeneración de la especie, la zafiedad, la incultura, el desprecio, la ignorancia.

Cambiaron las formas eso si. La corrupción presenta dos formas principales, que a veces se mezclan. Una es la de los asesores, correveidiles, puestos a dedos, que utilizan su cercanía al poder para hacer sus negocios. Eso es el caso Koldo. ¿Es el responsable directo inocente de lo que hacen sus criaturas? Es complicado admitir eso, si no saben, deberían saberlo. Pero la verdad es que las veces que son ajenos deben ser residuales. En el mejor de los casos consienten.

La otra es que sea el propio poder el corrupto. Eso es el PP, cargos cobrando comisiones y adjudicando saltándose las legislaciones y repartiéndose sobres. Entre ellos. Eso tiene un inconveniente, o varios. El dinero siempre deja rastro y el número de gente que concurre a ciertos concursos públicos no es infinito. Al final todo se sabe. De ahí la importancia cápital de tener a la justicia atada en corto. El PP no ha renovado ni renovará el CGPJ porque le va la vida en ello.

Por eso cambiaron el modelo de negocio. De la construcción se pasó a otros negocios. Por supuesto el pelotazo inmobiliario cuando se cruza se aprovecha, lease, el Zendal, una solución única en el mundo porque nadie en el mundo estimaba oportuno meter cientos de millones de euros en un hospital sui generis con meses de vida útil que en menos de un año quedó reducido a almacen multiusos de costoso (nueva merma a lo público) mantenimiento periódico. Obra inutil, salvo que abras el chorro de dinero público y lo dirijas a tus amigos.

El grueso del negocio se desplazó a lo sanitario. Esa era una veta que Esperanza ya había abierto con protagonistas como Güemes, de enfermizo parecido con el actual maromo de Ayuso, ese tipo de cayetano gitanil genérico que puebla el centro de Madrid y cuyos hijos se llaman Bosco, o Jacobo o algún nombre con eco hidalgo. El negocio es claro, con dinero público creas infraestructuras (necesarias o no es solo un detalle) que cedes para el goce de iniciativas privadas con las que, sobra decirse, mantienes vínculos estrechos y donde colocas a familiares, amigos y afiliados. No es exclusivo de la sanidad claro, están residencias, colegios, vivienda pública que acaba en manos de fondos buitres donde trabaja tu hijo (Si aznar, hablo de tu aborto), etcetcetc.

Asi al tiempo por un brazo roto, que en la pública igual cuesta tratar 1000 euros, pagas 4000, dinero que luego se pierde en las cloacas habituales. Es consentido, admitido, no huele mal, no hay putas y cocaína en nuestras narices. Y funciona. Eso es el negocio del PP de madrid y eso explica como se comporta. Alla donde haya negocios, compra venta de material como mascarillas por ejemplo, alli estan. Allá donde no hay ganancia no aparecen, como el caso de los ancianos fallecidos en las residencias públicas. Ni aparecieron, ni les importa gran cosa.

Esto te lo tiene que consentir un electorado bastante imbécil. Pagan unos servicios públicos, y después vuelven a pagar unos servicios privados para escapar de la mala calidad de los servicios públicos que ya han pagado. Alguno incluso se vanagloria de ello. Exigir una gestión de calidad no está entre las posibilildades que se les ocurren.

Pero de nuevo por mucho que la experiencia les obligue a cierto sigilo el dinero y los chanchullos, cuando superan cierto volumen, son complicados de ocultar. Ahi tenemos a Ayuso y todo su clan. El exnovio, el Jairo, que le daba colorcillo al pintoresco curriculum que vendía, paso de chutarse laca Nelly a ser chief officer de una empresa que multiplicó la facturación con la CAM (hasta que se les acabó el amor claro, de ahí lo echaron y vetaron en televisión que hubiera sido una prolongación natural de un curriculum extraño). El hermano, la madre, la excuñada, el maromo, el amigo del pueblo, el primo. Todos se embolsaron comisiones de cientos de miles de euros haciendo operaciones, legales, con la comunidad que ella preside. Llegado el momento, cuando la gente normal se embozaba bajo la cobija esperando que pasase la pandemia, estos sacaban empresas zombies, contratos, contactos, comisiones.

Y se pusieron las botas, como siempre.

Adaptando Reina Roja

En la presentación de la serie Reina Roja se deslizó que el autor, Gómez Jurado, tenía predilección por el actor encargado de representar el papel principal hasta el punto de que le aconsejó para el casting (sniff) y que de manera oficiosa le vino a decir que pensaba en él como Jon cuando escribía. Dla descripción del personaje Hovik Keuchkerian no estaría entre los cinco candidatos que yo pensaría, ni diez, ni veinticinco. No es que yo esté pensando que Jon debiera ser una marica mala de esas que desentrañan los entresijos de la vida de la Pantoja en la tele, pero Hovik no sería la persona que me viene a la cabeza.

Vi un par de episodios confiando en que por algún motivo el autor y la producción hubiesen tomado el asunto como una oportunidad para enmendar un producto literario de calidad estudiante de segundo de bup poco aplicado, que el autor hubiese dicho, hostia, que esto era una broma con mis coleguis que se nos fue de las manos, pero ya que me ponen la oportunidad, porque no mejorar el asunto (dentro de lo posible, claro, no todo es solventable ni mucho menos).

Pero no, es un producto hecho con mucho presupuesto (para su mercado) que no oculta una verdad dolorosa, en material de partida era una basura y no lo han tocado porque al final resulta que tan malo como era funcionó. Capaz de que cambian cosas y no solo no engañan a más gente sino que encima mosquean a los seguidores de la reina carmesí. La serie es lo mismo que la novela, solo que visto canta más, un pastiche-batiburrillo de cosas que hemos visto en CSI, el mentalista, en pelis de psicópatas, en Dan Brown, todo ello con unos dialogos del rastro que apenas dan oportunidades a los actores a sacar nada. Es un poco la mayor lástima, Hovik creo que podría encarnar personajes de más miga y no quedarse en una parodia entrada en kilos de un improbable detective gay. Pero en general la sensación de la serie es que de donde no hay no se puede sacar y si hubo un resquicio para haberse deshecho del tróspido material original no lo hicieron.

Aqui entra de la cuestión de que me genera a mi leer o ver estas mierdas. Estoy seguro que mucha gente dice, tiña tio, lo que tienes es tiña, te gustaría tener un libro tope de ventas y todo eso. Pero no, no es así, quiero decir, no me gano los garbanzos escribiendo, y por tanto estoy en una posicion de poder decir que no, no publicaría una basura así, aunque me garantizasen ser un autor de ventas. En el hipotético caso de que cagase una chanada así y eso tuviese tiron, tedría que ir a un sarao y se me caería la cara a cachos de la verguenza. Sería incapaz de defender algo asi igual que de parirlo, las cosas como son. Aunque me forrase.

Porque a mi la Reina Roja de turno lo que me genera es verguenza ajena, ya saben, ese tipo de verguenza que paradojicamente aqueja al espectador o al sujeto pasivo, y no a quien debiera acreditarla.

Como yo me crié a caballo entre los 80 y 90 afirmaría que en cada clase había un flipado, el flipado de la clase. El flipado de la clase te contaba que su primo que vivía en madrid se cruzaba todos los días con Butragueño. O que a su tio le habían pasado las mismas cosas que habías visto en una película la noche del día anterior lo que ya es ser idiotas, todos veíamos más o menos lo mismo, o ilimitadas anecdotas imposibles y leyendas urbanas que nadie creía. Reina Roja parece la criatura de un flipao de la clase a quien nadie le dijo, tronco, para ya de contar trolas, o de alguien que se comporta como tal y piensa que el resto son idiotas (en lo que a juzgar por las ventas igual lleva razón)

Leyendo en este caso Reina realmente me avergonzaba pensar que alguien se permitiese la libertad de tomar como gilipollas al desafortunado que leyese ese extraño cocktail de Fincher, El silencio de los corderos, CSI y la saga millenium con flipadas de la cabeza de alguien no muy maduro (la persona más inteligente del mundo). Es un producto deficiente, no es cuestión de gustos, de opiniones, de tendencias, no, es malo, y punto.

Pero por supuesto vivimos en tiempos que obligan a respetar el gusto del público como si eso fuese un derecho constitucional. Solo que eso no es asi. O al menos el resto no tenemos porque callarnos, que algo venda no lo convierte en bueno, ni en aceptable, ni en pasable. simplemente dice que el gusto de la mayoría puede decantarse por basura, como el regeton puede ser otra muestra (no siempre es asi, a veces el gusto popular opta por productos de calidad y realmente nadie conoce la lógica subyacente)

Las declaraciones del autor que he leido en diferentes entrevistas mejoran poco mi impresión, quiero decir, pudo haber optado por el perfil bajo, pero no, igual te dice que El Quijote también fue un superventas y es el libro central de la literatura en castellano (dejando caer que solo hay que dejar tiempo a sus libros), que te dice que la gente no debiera criticarle, sino callarse y disfrutar o dejarlo. Hombre Juanillo, quien paga es soberano para opinar, a ver si me entiendes. En una de sus controvertidas afirmaciones estoy de acuerdo eso si, afirma que el no es capaz de hacer lo de Muñoz Molina o Millás, aunque apostilla que tampoco estos escritores podrían facturar lo suyo. No puedo sino coincidir, apuesto a que Muñoz Molina también se moriría del alipori si se pusiese a escribir y le saliesen capítulos de Reina Roja.

Juanillo, lo tuyo es ficción cochambre, vendas un libro o un millón. Tu malo es un frankestein del malo de Seven con el del silencio de los corderos con los de Dan Brown. Los secuestrados son la hija de Amancio Ortega y el de Patricia Botin. La trama es copiada del episodio de CSI que dirigió Tarantino y que conoce todo el mundo. Tus putas referencias las conoce hasta el conserje. Por si fuesen poco que tus mimbres sean públicos, está escrito con el puto culo, con un nivel de redacción paupérrimo que debe hacer que tu profesor o profesora de literatura del instituto niegue haberte conocido aunque lo amenacen con hierro candente.

Pero no pasa nada, vende que es de lo que se trata a día de hoy. Quédate con ello y no abuses más del personal. Al final gente como Gómez Jurado están ahí porque es lo que interesa a la industria del libro. Productos perecederos, rápidos, de consumo inmediato y capaces de ser rentabilizados en series o películas. Es más, siempre ha habido Gómez Jurados. Tampoco conviene idealizar tiempos pretéritos como edenes culturales porque nunca fue asi.

Y realmente no tengo nada en contra de eso, siempre puedes irte a la biblioteca y leerte algo de Thomas Hardy, por decir uno, hay suficiente literatura buena para muchos ratos de lectura y casi nunca está cogida.

Otra cosa ya es que nos tomen por idiotas y nos digan que eso esta bien, y que está bien porque tienen acogida popular. Podeis vender lo que os de la gana, que os hagan series u homenajes, que os den premios como a Del Molino o a Gellida pero lo que haceis es y seguirá siendo un montón de mierda que ni siquiera en mucho tiempo estará olvidada, aunque tarde al final sabemos que será así porque siempre ha sucedido de esa manera.