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Castilla y León: Elecciones en las tierras baldías

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Antes de navidades leía una entrevista a Julio LLamazares donde reconocía algo que cualquier mirada objetiva puede ver al respecto de la españa vaciada. No tiene solución. Que lo sepa Llamazares (que por cierto, nunca me he animado a leer sin que sepa dar motivos) y lo sepa el último mono que la habita podría ahorrarnos millones de euros europeos en planes rimbombantes que conducirán al fracaso absoluto. Al menos que lo gasten en putas o drogas, algo que después de un tiempo puedas decir, no sirvió para nada pero que me quiten lo bailado. El exvicepresidente de Castilla y León ya lo admitió hace unos meses: todos los planes al respecto habían naufragado sin discusión ni matiz.

Sabe de que habla, el PP, con quién gobernaba en CyL hasta hace nada, se ha follado el equivalente a la poblacion de una ciudad como Burgos en lo que lleva gobernando la región. En las próximas elecciones oh chorprecha, se vuelven a a vender como la muralla contra la despoblación, eso y copiar los esloganes idiotas de Ayuso, valga la redundancia. Cojan un mapa, una goma de borrar boli, y carguense Burgos con paciencia hasta que desaparezca del papel. Eso le ha hecho el PP a CyL estos años. La próxima puede ser Salamanca, o Palencia. Pero a moral no les gana nadie salvo tal vez sus votantes a credulidad. Siguen contandonos que ellos son la solución, la vacuna, y no el virus como todo hace indicar.

Llamazares atribuye la culpa al coche, lo cual tiene sentido, al menos más que atribuirsela a los chemtrails o al 5G. Si uno puede ir a sus tierras en media hora y vivir en un nucleo urbano donde hay escuelas y farmacias, ¿porque resignarse a no hacerlo?, media hora al fin y al cabo no es nada. Pero es dificil atribuirle al utilitario todas las culpas. El campo se ha mecanizado y cada vez requiere menos mano de obra. También es menos productivo y donde lo es y precisa labor humana ofrecen unas condiciones de trabajo que a veces se pegan con los derechos humanos.

En esas circunstancias es complicado. Ni siquiera el problema está convenientemente valorado. Te hablan de pueblines como Collullos de arriba donde vive el tio Pio y el Salus que ni siquiera se hablan entre ellos ya como ultimos habitantes cuando eso está más muerto que la verguenza de un presentador de T5. En esta década poblaciones de más de 10000 habitantes estan perdiendo del orden de miles de habitantes. En la que me crié yo por ejemplo los crios que nacen ya rondan la cincuentena. Cuando yo iba a la escuela había 6 colegios. Hoy quedan tres. En cinco o diez años uno será suficiente para cubrir las necesidades de toda la comarca. Es complicado no darle a esas poblaciones un futuro comprometido y las capitales de provincias no andan mucho más allá, también pierden población a chorro y la que queda va ganando en edad. Salamanca por decir una ha perdido mas de 25000 personas en una década, más o menos la población de sus 2 nucleos urbanos más grandes fuera de la capital y la tendencia no es a mejor.

La realidad de estos sitios, si descartamos cualquier romanticismo que poco bien le hace a la causa, es bastante tétrica. Uno se pasea por calles llenas de carteles de se vende con el convencimiento de que muchos inmuebles ni siquiera lo intentan. Fuera de las épocas vacacionales son sitios de notoria decadencia. Sus habitantes son cada día menos, más viejos y más mezquinos. Y lo que es peor, resignados a una suerte negra. Son jubilados o gente que en su momento decidieron que las aventuras no eran para ellos y han preferido abonarse a la muerte lenta. La gente que habita estos sitios no es pintoresca ni es la depositaria de valores ancestrales. Es gente buena, mala y regular, como en todos los sitios, pero que en muchos casos se han acostumbrado a un ritmo de vida mortecino y que consiste en explotar como sea al forastero las fechas señaladas aunque el forastero sea su primo y luego administrar las fuerzas.

Vivir en la españa vacíada que yo conozco es un ejercicio de resistencia reactiva, de espera a unos tiempos mejores que interiormente todos saben que no llegarán, lo peor es que tuvieron oportunidades para haber optado por salir de esa dinámica pero las fuerzas vivas (o muertas) que mandaban y que siempre han sido el lastre de estos sitios no tuvieron interés alguno. Solo ahora que es tarde tratan de mover el culo porque se han dado cuenta de que ellos también iban en el barco o porque comprueban que sus posesiones no valen nada si nadie las compra.

Hay excepciones claro. Hay gente que trata de rebelarse a hundirse en esa miasma como ejercicio de supervivencia, pero son minoría y como digo, da la impresión que lo hacen como parte del autoengaño que por considerar que servirá minimamente para vencer la inercia. El resto se limita a contarte los planes que parecen los planes para forrarse de tu cuñado el tarambana, castillos en el aire con poco fundamento y que ya digo, nunca pasan de eso mientras el dióxido de carbono los va sumiendo en una muerte dulce.
vox
Otra verdad incomoda en esta españa vaciada de que hablo (franja oeste, reino de león) es que en determinados servicios andan cortos (atención sanitaria para los mayores) pero en otras tienen servicios de sobra, al menos más de lo que los números poblacionales demandan. Hay suelo industrial vacio, pero no hay empresas que quieran implantarse alli. Hay autobuses casi cada hora, pero van medio vacios lo que plantea para que necesitarían un tren, que no digo que no lo necesiten, sino que si es motivo real de su estado. Hay mucho empleo que depende de Ayuntamientos, o diputación, o fondos europeos. La region en muchos casos esta en situacion de cuidados paliativos, y aún asi sigue muriendo igual.

Como la cosa pinta mal de cojones es comprensible que nadie quiera asumirla, ni mucho menos como parte de la campaña. Polémicas subnormales si, problemas reales ya si tal. Vox abrió la lata de su campaña en la frontera oeste, ¿dijo algo de esto? No claro, habló de sus polleces habituales, unidad territorial, la nación, la (manoseada) libertad, los emigrantes (en una tierra de donde la gente sale escopetada, ni pensar en llegar a instalarse). No tienen nada que ofrecer y su propuesta es humo tróspido como previsible. Su candidato es un idiota sacado de la maquina de fotocopias, con su fachaleco, barba rala, apellido compuesto y pinta de meterte la chapa con las criptomonedas a la que te descuides. Ortega Smith no se molestó en darse una vuelta por calles desiertas llenas de casas en venta a saldo, y si lo hizo como es tonto posiblemente no le importó. A la franja oeste le importan tres cojones la unidad territorial y los emigrantes, salvo que fuese para venir.

El PP está en copiarle la campaña a Ayuso. Es un poco la variación a la nada que ofrece habitualmente. Candidatos de mierda, sobreros, funcionariales. El lema ahora es Comunismo o, en este caso, ganadería, una dicotomia que, hay que reconocer, es tan idiota como original. Ya hemos hablado de sus meritos en la comunidad y de lo que pueden ofrecer.

La alternativa la da España vaciada, que solo se presenta por algunas provincias y cuya candidatura en Valladolid (atentos a la paradoja, Valladolid está «vaciando» la region y presenta un partido para defender la españa que ella misma vacía) tiene hasta 14 exmiembros de Ciudadanos, que supongo aspiran a seguir dando botes y que en esta ocasion le sobraban a Vox para tratar de volver al lugar de donde proceden, el PP. ¿Que puede aportar una iniciativa autodenominada España vacíada?. Podemos aventurar que lo mismo que los planes rimbombantes del Mañueco de turno. España vacía parece sospechosamente al gag de Amanece que no es poco cuando Saza anunciaba los resultados de las elecciones. Lamento decir que la guardia civil ha perdido las elecciones, por suerte, ha ganado la secreta que también somos nosotros, el enésimo subterfugio (quemado Ciudadanos) del PP por si Vox les aprieta. Por cierto, Abascal ha dicho que si su potencial votante piensa que gobernara con el PP que no les vote, asi de estupidos los considera, como si no lo hiciese ya en Madrid, Andalucia o tantos otros sitios.

Del resto un poco mas o menos los mismo. Podemos y PSOE saben que no hay nada que rascar, y en consecuencia ponen candidatos del cajón de los retales a quienes ni siquiera apoyan gran cosa, coño Pedro, con lo bien que se come, date un garbeo. En fin, todos sabemos lo que hay y que pensar que una solución podría venir de otros candidatos es pensar mucho, pero si además pones a un candidato con el carisma de un mocasín usado pues la cosa no mejora.

Al final siquiendo las intervenciones es complicado no concluir que Castilla y León les importa una puta mierda, por no importarles, la verdad es que ni hablan de problemas reales ni soluciones plausibles. Unos y otros despachan el asunto con puyas poco afiladas, tópicos, lugares comunes o gilipolleces varias. Te cuentan su película o se enzarzan en la polémica (interesada) del momento y cumplen el expediente dando la impresión de que se les ha olvidado invitarte a tu fiesta de cumpleaños. Y ya es triste ver como a la comunidad la ningunean en las elecciones generales mientras se van hundiendo año tras año, pero que no importes en tus propias elecciones no puede ser mejor certificado de que la cosa, amigos, tiene poca solución. La franja oeste es un barco que se hunde y quienes quedan ahi asumen que la unica solución será aguantar hasta que toque saltar al bote llegado el caso. Si hay bote.

Bajaré de la luna en tirolina – Santi Balmes

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Admito que da algo de apuro cuando uno se pone a leer el libro de alguien a quien sigue o escucha con cierta asiduidad y resulta que es un ñordo que no cabría por el retrete de un elefante africano, quiero decir, si te cae como el culo pues oye, uno se despacha (o desquita tras el suplicio), se queda agusto y a seguir el día. Sin embargo si hay algún tipo de afinidad la cosa es peor, porque ya no se vuelve a mirar con los mismos ojos (o escuchar con el mismo oido). Este es el caso de Izal, o ahora de Balmes, cantante de la banda Love of Lesbian. Uno los sigue, en parte, porque las letras tienen algo de chicha (son Chejov comparado con el panorama musical contémporaneo) sin embargo tras leer sus libros a uno le entra el come come de si las letras se las escribe alguién del grupo o son fruto del azar o la musicalidad. Supongo que si Bob Dyland hubiese continuando escribiendo novelas tras aquel aborto de prosa poética hoy no tendría el Nobel de literatura.

La secuencia gestora de estas novelas se la imagina uno sin dificultad, oye tio, tu haces unas letras de la hostia, eres super profundo, ¿porque no escribes un libro?, y el interfecto sonrie entre misterioso y malicioso pensando, oh, ¿que crees perillan que hago en el culo del furgon mientras viajamos? Otra cosa no menor es porque les parece que escribir un libro les puede dar una pátina cultural superior a escribir canciones que dicho sea de paso, tienen mayor alcance y difusión, bueno eso es otra historia, en españa sacar tu libro es pintón aunque nadie lea.

El libro nos habla de Deibid Weirdo (de los Weirdo de toda la vida), un presunto preadolescente que vive el divorcio de sus padres. Vale, no parece una cosa especialmente pintoresca. La familia en si vive en Barcelona, sin embargo tienen nombres raros, por supuesto no por ser de Barcelona deben llamarse Montse, Jordi, Pol o Wilfredo, pero, ¿hay necesidad de ese desperidicio de originalidad? No.

Los capítulos llevan el titulo de canciones, tampoco es que sea un recurso que no se haya visto jamás, pero siendo el autor cantante podía haber tratado de ser menos original con los nombres y más con esto, no se es como si fuese un a novela de arquitecto que titulase a los capitulos, Frontispicio, capitel y cosas asi.

Sin embargo no es el principal problema, de hecho si funcionara lo gordo ni sería problema, sino cosillas a pulir. El protagonista, como digo se llama Deibid por, claro, Bowie y tiene 11 años. Este es un poco el problema principal, que uno no puede poner a un protagonista, decir que tiene 11 años y que piense, actue y hable como si tuviera canas en los huevos. Quiero decir, podría si estuvieses haciendo un juego tipo Stewie en Padre de Familia, pero para eso necesitas darle al lector claves para que se de cuenta del juego y participe. Pero Balmes parece creer que es suficiente decir que tiene una edad para que nos lo traguemos, pasandose por el arco de triunfo cualquier propósito de coherencia o versimilitud. Igual es que los 11 le pillan lejos, o que peor, que si tiene hijos o sobrinos de esas edades no pase el tiempo suficiente con ellos.

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La escena inicial es definitoria, Deibid escucha a los Smith (venga aceptamos pulpo) antes de vacilar a una Juez con recursos y humor que muy dificilmente estan al alcance de un infante, pero no es solo eso, es que amigo Santi y por mencionar varias al azar, un chaval no define a una profesora cachonda como «musa del renacimiento» y puede que, por alguna casualidad remota, haya escuchado Metallica, pero es altamente improbable que diga «una serpiente invisible empezó a retorcerse por mis entrañas mientras mi corazón parecía uno de aquellos redobles del batería de Metallica», ni mira foto de compañeros de primaria y reflexiona sobre el paso del tiempo ni se le ocurre que la infancia es comunista y la adolescencia capitalista. Santi, tu crio de 11 años está para la dosis de refuerzo.

A partir de ahi y con una premisa que exige tanto del lector pues ya lo que queramos. El relato pretende ser de adolescencia, (repetimos, 11 años) y es prolijo en pajas, escatología, primeros escaceos sexuales, tal vez más de lo que debería, eso ya lo dejo un poco al gusto del lector al menos a mi no ni me apasiona ni me incomoda, sin embargo como en ningún momento cuela que el prota tenga 11 años, salvo que los tuviese cuando emitian Tocata, nada se sostiene. Si tu relato es en primera persona y esta carece de credibilidad el resto del relato cae a plomo. Es imposible no tomarselo a chufla ni por supuesto creerse nada, ni al protagonista, ni a su familia, ni a las situaciones que se van sucediendo. Nada tiene propósito de verosimilitud ni funciona.

La prosa no es gran cosa, el discurso de este niño viejo de El tambor de hojalata del que el autor se ha olvidado de contarnos la broma está repleto de referencias que un crio postpandemico ni maneja ni le suenan, y falto de las que si. Aparte está repleta de material de reciclaje, que bueno, el tio Justo casi construyó una catedral con ello, pero que no le dan frescura ni apariencia de nada, los silencios son atronadores, los marcos incomparables y todo los atajos que podemos esperar. No sugiero que si estuviese mejor escrito tuviese un pase, pero tampoco estorbaría.

En definitiva, relato fallido desde el momento en que se supone que el protagonista es preadolescente pero parece más cerca de lucar contra el proctólogo que el acné. Tal vez el autor pensó que darle la voz a un niño para contar nada de sustancia era algo sencillo, accesible y potencialmente fuente de diversión y fantasía. Bueno pues no, construir un personaje es más complejo que darle unas características y ponerle tu voz, más cuando pretendes ser un crio y tu ya estás contando los años que llevas cotizados. Balmes sin duda debió haber hecho algún esfuerzo en reconectar con la infancia, al menos la actual si quería meterse en este fregao y salir medio airoso o haber optado por algo más cercano.