Cenital – Emilio Bueso

Leo de manera habitual un poco a mi bola, como cualquiera que siga el blog puede haberse dado cuenta, no conozco a los autores de mi edad y mucho menos a los más jovenes y estoy al margen de las noticias que genera el mundo editorial porque no asoman entre los titulares de las secciones de cultura de la prensa generalista Tampoco estoy al tanto de premios, galardones o modas, cuando me entero suelen haber pasado años. La ventaja principal de todo esto es que bueno, leo sin perjuicio alguno, no puedo decir que una novela es mala porque me cae mal el escritor en cuestión porque, con toda seguridad, ni le pongo cara ni he leido una misera entrevista suya como para tener opinión alguna. Igual es peor el hecho evidente de que no me interesan como personajes, lease, que no me han generado interés alguno, algo que dice mucho de como se vende la industria literaria.

Además como carezco de método, puedo ponerme a leer algo que aparece en alguna estanteria y no recuerdo como llegó alli. Nadie encontrará un lector más desinteresado ni barato.

Me pongo con Cenital y casi al terminar me da la impresión de haber leído el borrador de algo, no se si bueno, malo o regular, pero algo en cualquier caso en desarrollo, bastante alejado de una obra terminada. Si fuese una serie, sería un piloto, como mucho un piloto alargado de doble duración. El autor me ha presentado un escenario, personajes, cada uno con su perfil a lo Lost, alguna peripecia y por supuesto sus morcillas (es literatura española amigos), en este caso, postapocalípticas. Pero no hay desarrollo alguno del cacharro, le falta que a los personajes les pasen cosas, más cosas, cosas originales o interesantes que no haya visto en The walking dead o en aquella fallida Jericho, le falta que el mensaje se derive de lo que sucede en el libro, y no de las citas.. le faltan, en definitiva, muchas cosas, muchas horas de cocción y muchas páginas como para tomarsela en serio.

Si hablamos del estilo, está un poco escrita como el culo. Los personajes hablan con ese deje desdramatizador de la ficción española que le hace flaco favor en general. Un personaje de Dan Brown puede decir todo serio que los del Opus comen niños en algún ritual purificador (ignoro si es asi, dicho sea de paso), pero un personaje de ficción español es incapaz de artícular algo fundamentado sin caer en el chascarillo, la broma chusca, el juego de palabras idiota o el excesivo coloquialismo. A ver, cualquiera que esté familiarizado con los tema que aborda Dan Brown es consciente de que Dan es un cretino. Pero una gran parte de los lectores de Brown no saben o prefieren no saber de su cretinismo, incluso una buena proporción de los que son conscientes de que es un patán, lo aceptan y lo dejan en suspenso para disfrutar de la narración. A ver membrillos, el primero que tiene que transmitir veracidad es el personaje que habla. Si lo hace con desgana o dejadez, como podemos esperar que el lector se crea lo que le contamos, 007 es una fantasmada, pero si hablara como Mortadelo no habría llegado hasta nuestros dias.

Esa de todos modos es una asignatura pendiente del colectivo, igual en una parodia o en otros generos es pasable, en un escenario postapocalíptico que para colmo transcurre en Teruel no te invita a tomartela en serio.

A posteriori leo que hay una polémica alrededor de la obra, o el autor, o la concesión del premio Celsius. Indago algo más pero me da pereza, el libro en sí de polémico tiene poco, merecedor de un galardón menos (aunque parece un galardón de esos cerrados que se reparten entre 4). En fin, algo ligerito para leer en el autobus. Si se busca algo de más empaque, pruebe usted con los clásicos del genero, Hijos de hombres de P.D. James o En la carretera de Cormac McCarthy, por decir un par, se puede ser postapocalíptico, mileniarista y literario si uno se pone al tema (y tiene lo que hace falta claro).