Lo que más me gusta es salir corriendo

Blog trepidante

Madrid Apesta

leave a comment »

Que las campañas electorales estaban en una espiral descendente a la que no se le adivinaba fondo era algo conocido, lo que no estimabamos era la magnitud. Con la de Madrid hemos pasado de lo deficiente al severo retraso sin que, de nuevo, podamos decir que no puede ir a peor, considerando que en nada y menos volveremos a tener a Casado, Abascal y Sanchez en liza.

De suerte que tras el esperpento con Angels los medios estimaron oportuno dejar de darle cancha a Vox y a la hija de la secta de Monasterio. Eso nos ha ahorrado grandes dosis de vergüenza ajena. Pero quedaba el PP libre.

Ayuso, recordamos, comenzó la campaña trantando de postularse contra Sánchez. Como quiera que él no entró al trapo o alguién en su partido la puso en su sitio diciendole que no puedes dar jaque jugando a las damas, cambió de objetivo hacia Iglesias, quien representa a un partido que quedó quinto en los anteriores comicios. Las campañas, sobra decir, se hacen contra otros, y en este caso Iglesias era el malo ideal, aunque inisisto, subirá un puesto por la implosión de ciudadanos y su objetivo es que Podemos no desaparezca de Madrid antes de volver a la tele, de donde no debiera haber salido.

En los últimos día Ayuso ya se vino arriba del todo y fue reprendida por Griso por decir que Pablo Iglesias es el mal reencarnado. Vale, es Ayuso y esto no es un recopilatorio de sus idioteces que precisarían tomos. Pero por más que sepamos que obedece a un guión de trumpismo paleto tampoco podemos dejar de pensar que alguién que dice tantas subnormalidades es normal del todo. Como dijo Griso la reprendió porque al fin y al cabo es una milf, que diga señora, algo mogigata. Quedemonos con esto, cuando una suelta una idiotez de tal magnitud caben dos posibilidades.

La primera es que efectivamente Iglesias sea una encarnación luciferina. Pero lo hemos visto lucir sus trajecillos arrugados del outlet de Zara. El demonio es un tipo elegante que se mueve con cierta prestancia rallana la galanura. En una escala mefistotélica Iglesias aspiraría a pobre diablo. Con suerte.

Asi que solo queda por concluir que en el interior de Ayuso suena una pajarería en hora punta a todo volumen de manera contínua. Que es lerda vaya. Otra consideración es que cuando catalogas a alguien de «el mal» ya te queda poco margen de subida y siempre conviene conservar un algo caso de que haga falta tirar del acelerón final. Puedes decir que es lo peor de lo peor, pero ya queda un poco de mari puri, piel piel piel. No funciona. No, Iglesias no es ni Sauron ni Morgoth ni siquiera Saruman Asuso, eres tu que estas chiflada.15817326234271

El siguiente fue el Almeida, un tipo que ha hecho carrera política del hecho inegable de ser poco agraciado y el si discutible de ser salao. De alcalde ha dado el pego porque al final es una posición agradecida, pero cuando lo han tirado al barro ha demostrado ser tan teleñeco como el resto y se ha prestado a soltar las mismas idioteces como los actores malos que los políticos actuales son. El bueno de Almeida irónizó con el «seremos fascistas pero sabemos gobernar». La falacia aqui es que no, no saben gobernar. Son responsables de un genocidio en las residencias a cambio de un milagro económico que situa la economía madrileña en el mismo nivel que el resto. Dejaron morir residentes, y no sirvió para nada. Pero por si se tienen dudas solo hay que recordar que capitales europeas, asiáticas o desarrolladas optaron por el modelo Ayuso de buscar el equilibrio entre lo económico y el coste en vidas: Ninguna. Las mismas que construyeron un hospital cuando la vacuna estaba en marcha. Ninguna. Nadie optó por el modelo Ayuso porque no había evidencias de que sirviese para mantener la economía y si de que habría un coste en vidas, como de hecho, hubo. El exceso de mortalidad está en los números. El «milagro» económico no. Porque no lo hay.

Volvamos al tema fascismo. De acuerdo, es un término tan manoseado que significa una puta mierda y eso no es culpa del duende del mosto de Almeida. Pero estoy seguro que no diria, «vale, soy un pederasta de mierda pero se gobernar» o vale, «soy un puto asesino en serie, pero los metros llegan a su hora». Almeida no lo pensó o le pareció que eso de que lo llamen a uno o unos fascistas es algo divertido con lo que bromear.

La traca final la puso Fanjul, que sin duda decidió salvar la hostelería madrileña ella sola antes de dar una charla a los cachorros del PP. Fanjul es, de hecho, su jefa ahora, posición que no hace tiempo ocupó Casado, para que nos hagamos cuenta del drama. Dijo que Ayuso era toda una mujer (como si hubiese tenido pitilin tiempo atrás) y que al fin y al cabo, era el mal conocido preferible al bien por conocer. Como le quedó mal cuerpo según lo iba cagando, decidió terminar con una broma uno de esos ingenieros en la sombra de la política, Carromero, que por si no se recuerda fue condenado por homicidio en Cuba y sacado de su manera por las artes diplomáticas. Tras sus metidas de pata y su dicción aznariana (ojo ahi) provocada por una mezcla entre paralisis labial y melopea de tintorro Fanjul remató con el punch de ahora Carromero me va a matar que fue, curiosamente, la unica gracia que le rieron sus cachorros. Ahi es nada.

Written by Anónimo

May 2, 2021 a 9:16 pm

Deja un comentario