Ansia – Henar Alvárez

Husmeando un poco por goodreads llegué a este libro y reparé de inmediato en el hecho de que parecía que nadie del sexo másculino lo había reseñado (puede ser cosa del orden de las reseñas). Desconozco si en la solapa se advertía de ser inapropiado para alguien con p y claro, a mi nadie me dice que puedo o no leer por tener algo colgando. De buenas a primeras me apeteció leerlo. La mente humana muchas veces no es más compleja que esto.

Por desgracia ya era tarde como para no haber leído alguna de las reviews (me gusta leerlas las reviews de los demás, pero después de hacer las mías para evitar ir pensando, aqui fulanito tenia razón, o no veo porque fulanita puso esto) que indicaban que si estabas familiarizado con sus programas, podcast y lo que haga, pues que no te iba a sorprender gran cosa. El gran handicap para mi por tanto no se aplicaba, no sigo sus podcast, ni los de nadie, y las unicas referencias que tengo de Henar son cuatro cortes marranos retuiteados en X y un programa del hacendado en la sexta donde se iban de bares por madrid con Evole creo.

Eso si, esas pocas referencias tenian como elemento común el tema del sexo, de la cochinada y de las cafrerias. Eso es un poco a lo que me sonaba.

El libro nos situa en la piel de Natalia, que viene a ser una treinteañera que se dedica al tema audiovisual. Natalia tiene su marido, que la cuida mucho y define como buen tipo, un crío (bastante genérico) y un veinteañero que la empotra, hasta ahí parecen un poco las aspiraciones de un señoro de los años 60, su familia por un lado, su amiguita a la que pone un piso por otro, un poco ese esquema, ahora que lo pienso, estan las cosas hoy dia como para ponerle un pisito a alguien, sea señorita o empotrador.
Pero como todo lo bueno esto se termina y su toyboy la deja por una más joven, que también parece algo muy del feminismo moderno. Esto desencadena en la buena de Natalia la crisis de la edad, ya no se ve bella, atractiva y decide que algo hay que hacer algo con su vida, deja a su marido, se enreda en una relación sexual turbia con un vecino que resulta ser un bedel, y en otra, y en otra y en fin, se deja llevar. Cosas que se hacen al cumplir años para apurar los ultimos sorbos de la divina juventud.

Analizar la función juzgando a la protagonista-autora, sus planteamientos sobre el feminismo o el empoderamiento la verdad es un asunto que se me escapa. Que se me escapa y me la trae un poco floja para ser sinceros. El sexo es una dimensión importante de la vida, que duda cabe, pero tiene un peso específico dispar en el individuo. Si la liberación, el empoderamiento, es tener la potestad de comportarse como un adolescente salido valga la redundancia sin límite de edad, pues bueno, allá cada uno, a eso no voy a polemizar.

Como relato es, efectivamente como dicen otras reviews, eso, un monólogo alargado, estirado, a veces una mera sucesión de hechos para acomodar los chistes o las morcillas. Es lo mismo que sucedía con el último libro de Joaquin Reyes, también humorista, que usaba un marco de peripecias prescindibles para colocar un sosias suyo, con edad y circunstancias análogas y donde colaba los mismos chistes de su repertorio. Henar copia este esquema, si Enjunto lo hace, porque no yo. Parece ser que si te dedicas al humor esto es tendencia, que me parece bien, pero eso de dedicarte al ingenio y andar reciclando chistes del podcast o un monólogo para cascarlos otra vez en un libro queda un poco asi de su manera.

Dicho eso a poco más podría aspirar el libro con esos mimbres, a ser una Bridget Jones cañi, menos mogigata pero sin propósito vital definido con un humor gamberro con tufillo a stand up , pero creo que ni a eso llega. La trama es planilla, el desarrollo de los personajes es no hay mucho desarrollo en fin, Natalia es una treinteañera chocholoco que le gusta pimplar y follar, cosa respetable pero de interés acotado.


En el tema estilo pues estamos en las mismas, nada muy elaborado, ni muy destacable ni nada de nada. Henar, tia, creo que tenemos una edad como que cascarnos un «sonrie como la Pantoja, dientes dientes» nos rechine, aparte de que igual las veinteañeras se despistan un poco. Hay cosas que un texto, por humoristico, ligero y tal que sea no debería acoger, y Henar pilla muchas, un libro debería ser otro formato que un podcast y un texto literario algo más elaborado a cascar el chascarrillo que se te ocurre, pero bueno, no vamos a decirlo que igual te llaman alguna calamidad.

En definitiva, novela de personaje del humor, apta para fans no muy exigentes del autor que no se cansan de que les cuenten los mismos chistes una y otra vez, poco más puedo añadir, bueno que es ligero, que no cuesta mucho esfuerzo, que, bueno, que es lo que es.

Seres entrañables: Ana Vazquez

Conocemos hoy día a Madonna como reina (snif) del pop porque un día Louise Veronica Ciccone se miró al espejo y vió una muchacha con suerte resultona pero lejos de despampanante o llamativa que ni bailaba ni cantaba bien y se le ocurrió que la única manera de conseguir su objetivo en la vida, ser una estrella del pop, pasaría por rodearse del talento que la naturaleza no le había otorgado, el de los demás.
Ser conscientes de los límites de uno, y, sobre todo, recurrir al de los demás, es una virtud infravalorada pero fundamental cuando la naturaleza ha sido rácana contigo. Por desgracia, casos como el de Madonna no abundan en política estos días, vale, tampoco es que en el mundo musical encuentres muchos casos, pero en política aún menos, donde alguién más inteligente o talentoso que tu es una potencial amenaza que tener controlada.

Asi que los políticos mediocres, de facto hoy practicamente el total, se ven obligados a rodearse de camarillas aún más mongolas que no representen ningún asomo de amenaza y, de ser posible, le den a uno cierto efecto chica resultona, ya sabemos, la que no es gran cosa pero se rodea de una camarilla de tipas aún menos llamativas para ser la guapa del grupo (no es cosa de chicas también he conocido gente que dejaba de salir con sus amigos porque alguno se las llevaba a todas de calle y no había manera, llegada la depredación cada uno se las compone como puede).

Si vamos al caso de un tio como Feijoo la franja entre gente peor que tu y gente con capacidades especiales es estrecho y la posibilidad de encontrar gente para llenar el cupo es jodida. No es que Casado lo tuviese mejor, aquel chico bastante tonto que se ventilaron por ir contra un activo del partido tenía de adlátere a otro figura cuyo principal legado político fue su habilidad sobrehumana para proyectar huesos de aceituna en el espacio. Poca huella mas dejó Teodoro, por cierto ¿que habrá sido de Teodoro?, ¿llegó a las brutolimpiadas en categoría de lanzamiento?

Con Feijoo la cosa ya digo está chunga. Es alguien que destaca precisamente por carencia de nada destacable. Desde luego no su ética, su moral, su palabra que cambia cada foro que pisa, su capacidad oratoria, su don de gentes, su campechanía, sus conocimientos geográficos, su rápidez mental. Hablamos de un tio tan tonto como para hacerse un album de fotos con un narcotraficante, quiero decir, ¿A que atorado se le ocurre que esa es una gran idea?, cualquiera hubiera tenido la picardia de decir, mira no Marcial, que doy mal en cámara, saca el mar que esta muy bello. Por cierto, estoy convencido de que esas fotografías averguenzan cada dia más al pobre Marcial.

Su equipo va en consonancia. De lo que se ha llevado a madrid encontramos a Tellado, típico mamporrerillo escudero de político, va un poco de perro de presa pero en la política de mayores parece más bien un falderillo. Otra de sus aportaciones es Ana Vazquez, una criatura que resultaría entrañable sino fuese de verdad, quiero decir, igual nos hace gracia, pero imaginar a esta elementa de ministra, no es que ser ministro hoy dia sea gran cosa, pues bien, esta tipa aún degradaría más la condición.

A Ana asi de primeras ya la pillaron mintiendo con el curriculum. En el PP creen mucho en la meritocracia, pero en la de pegatina. Compran, venden, inventan, impostan curriculums académicos, y cuando no es asi, pues los ocultan. Se dice que el CV de Ayuso es más secreto que la ubicación de los restos del arca de la alianza. Debe tenerlo guardado su hermano donde sea que se refugia, igual en la cueva de al lado a la del Yoyas, nadie ha sido capaz de dar con él, aunque hay testimonios de que no se corresponde con el de alumna ilustre. Ya digo que lo del PP con los méritos es un poco eso, postureo, por eso los minusvaloran cuando son de verdad. Si Montero o Iglesias tenían expedientes apañados ya les parecían poca cosa, total, que merito tiene eso si al fin y al cabo ellos se pueden comprar todos los que quieran.

Ana Vazquez es un poco la negación del talento político, el negativo de lo que debe ser alguién dedicado a la política, carece de presencia, de inteligencia, de agudeza, de oratoria, hasta de dicción. Su presencia solo se explica desde eso, su mediania, su carencia de talento, su negadez, su lerdez. ¿Que empresa colocaría a esta elemento para representarla publicamente en medios? Ninguna, que no fuese propiedad de su padre claro. Pues bien, Feijoo no ha encontrado nada más apañado, ni para buscar talento sirve.

Asi en la mesa de Mejide, donde la escucho de espaldas cuando trabajo en casa (necesito ruido para ser productivo) se lleva mas rapapolvos que el borracho del pueblo cuando sale a las vaquillas, cualquiera la deja tirada porque es una cosa boba, una desustanciada. Esta semana por ejemplo la retrataba Susana Diaz cada vez que iba a por más o desbarraba con cambios de tema que dejaban picuetos a los mismos presentadores. Ana hija, si no te conociesemos pensaríamos que vas llena a orujo. Pero no, es así, es simple incapacidad. Imagino que al menos alla donde la llevan o al mismo Feijoo les darán unos dineros por la labor de integración, pero para el espectador es un dolor de ver y escuchar.

Estimada Ana, si Susana Diaz te cose y te retrata como una profunda inútil, lo sensato es interpretarlo como una red flag y dejarlo. Los platós de televisión de entrada, la política publica posiblemente también, simplemente, no es lo tuyo, que no se que será, cuesta hasta de pensar, pero ser una voz pública no, volverse a la aldea no es una ignominia, vuelve con la cabeza bien alta hija, hay una gente muy buena que te recibirá con los brazos abiertos y no dirá, ay rapacinha, si ya… Y Feijoo hagase usted un poco el favor y fiche gente con dos neuronas viables, ya anda usted en precario como para que quienes le rodean añadan handicap al asunto.