Desinforma, que algo queda.

Van pasando los días y tras las amenazas de Sánchez contra los bulos y la desinformación nos encontramos con, oh sorpresa, nada se ha hecho al respecto, pese a que diferentes medios no dejan de sacar articulos y editoriales clamando contra el control a la prensa. Imaginen que el gobierno dijese que hay que controlar, yo que se, a los falsos médicos, mediums nigerianos que igual te hacen vudu que te curan un cáncer y el gremio médico se levántase en plan, todos somos el curandero Maphoso, tratar de vigilarle a él es tratar de cohartarnos a todos.

Nada hay que pueda hacerse ya dije, al menos si pensamos en algo efectivo. La desinformación es una hidra de muchas cabezas que tampoco responde a un proceso unidireccional, o es más complejo que cuatro tarados emitiendo un mensaje que pudre el cerebro del receptor pasivo que accede a esos contenidos de manera casual. Algunos de esos payasos, podemos estar seguro, se creen lo que publican, o lo hacen pensando que es útil a sus intereses, y la mayor parte de sus consumidores buscan esos contenidos podridos, los necesitan y los difunden incluso a sabiendas o sospecha de que pueden ser falsos, es suficiente con que les encajen. Repito, gran parte de los subnormales que compran esa papilla, demandan a gente que les hagan las gracias que les hacen reir.

Se podría intentar hacer algo contra las gacetillas digitales chuscas o se podría al menos intentar no tirar dinero público financiando a gente corrosiva, pero al final el PP encontraría la manera de financiarles, por otro lado esas mismas gacetillas (The objetive, el debate, libertad digital, voz populi, las variaciones de diario….) no son más que un soporte para su difusión que se realiza en redes sociales o en las ruedas de prensa del PP Digo PP porque el número de estos medios cutres es abrumadoramente superior. Nadie las lee, no nos engañemos, sus audiencias son la risa padre.

Pero eso solo es una parte, es la más visible, más cutresalchichera y ya vemos que es dificil de abordar.
Hay maneras más sutiles, y peligrosas. Como decía Primo Levi, el peligro no son los malos, sino la inacción de los buenos, o los que se venden como neutros. El Mundo por ejemplo titulaba la crisis con Milei de la siguiente manera, Sanchez provoca una crisis instuticional con Argentina. Recapitulamos, un tio que tiene toda la pinta de no andar muy bien de la cabeza ataca al presidente con información falsa (ni se ha demostrado ni la mujer del presidente tiene abierto ningún juicio), insulta a una gran parte de la población (zurdos de mierda) y cuando el presidente pide moderación es responsable de crear una crisis diplomática. Vale, es El mundo, habíamos dejado atras lo de las gacetillas cutres.

Feijoo visitaba Telecinco en una entrevista no se sabe muy a cuenta de qué. Telecinco conocemos, alteró su programación durante la pasada campaña electoral multiplicando el espacio «político» y doblando, haciendo la mañana con una señora que cobraba mordidas por «colocar» noticias, y Ana Rosa. En sus tertulias se sienta un poco lo más granado de esta fauna, no vamos a enumerarla. La entrevista en si no venía a nada, habida cuenta de que las europeas estan lejos y las catalanas han pasado. Pero como digo sabemos que Mediaset si que tiene interés político, al menos así lo ha demostrado con anterioridad y en su parrilla.

El entrevistador dejaba hablar a Feijoo aunque las mentiras eran constantes, patentes y groseras. No interrumpía, no rebatía, no cuestionaba. Oiga, ¿usted cree que podría pactar con Junts si no estuviese Puigdemont en la ecuación? Si claro, dijo muy ufano, de hecho nos propusieron la amnistia, pero nosotros no pasamos por ahi. Vamos a ver Albertillo, tu con Junts llegabas a 144 diputados marranos, puto mongolo, ¿a quien quieres contarle que no pactaste con Junts porque no quisiste? ¿ibas a juntar a Vox y Junts en un mismo gobierno?

Esa pregunta obvia como un trailer con dos remolques en una carretera comarcal al señor Franganillo no se le ocurrió, por lo que quedó lo que Feijoo queria transmitir, que tiene principios y que hay cosas por las que no pasa (aunque sabemos que principios para para veranear con narcos no tiene). Esa fue un poco la constante. Llevar a un político conocido por mentir hasta renovandose el DNI, que se cree sinuoso y sibilino pero que en realidad es un paleto bastante memo y bastante corto y dejarle contar mentiras sin interrumpir, ni rebatir es ser un periodista de mierda, faltas a tu deber y tu responsabilidad de informar contribuyendo a la desinformación, ya sea deliberado o producto de tu incapacidad para el oficio.

Y si los propios periodistas aparentemente profesionales muestran unas carencias tan visibles, evidentes y perniciosas, ya puedes tu cerrar panfletos digitales.