Los mundos de GAGA

Había un dicho en mis tiempos mozos que me hacía gracia y que hace tiempo no me venía a la cabeza ni recuerdo haber escuchado, costar más que un hijo tonto. Es posible que haya sucumbido a los tiempos de corrección política, o que ya no se tengan hijos tontos, que entre los pocos que se tienen encima nos salgan idiotas es una contrariedad.

En Castilla y Leon tenemos a Juanito GAga, no es nuestro hijo, dios nos libre, pero compensa por el lado de la tontería, tiene para dar y regalar. Como quien siga sus andanzas conoce, Juanito fue el pegote que impuso Vox para pactar con el PP y gobernar por encima de la lista más votada, algo que se vale en las comunidades y ayuntamientos pero no en el gobierno, de acuerdo con Forrest Feijoo que es muy de tirar del en «en mi casa jugamos asi».

Asi que nos colaron a Juanito Gaga a quien viendole la dentadura decideron dar un cargo sin funciones, no fuese a cagarla por demás, sin quehaceres pero caro, más sobre el papel que el sueldo de un ministro para que nos entendamos. Cualquier sueldo atendiendo a lo escueto de la agenda ya sería demasiado pero es lo que hay. Su partido clama contra el despilfarro, pero si un vicepresidente sin funciones de una comunidad de mierda (sin perdón) tiene un salario superior al de un ministro pues no creas que protestan o nada parecido. Vox es un partido de principios.

Como el hombrito no tiene funciones y para que no le entren los siete males desde la Junta le dan cosillas para que se entretenga, tareas menores y generalmente inocuas, unas tijeras, unas cartulinas, insisito, 80000 al año sale el figura. Hace unos días nos presentó un nuevo logo de promoción turistica de la comunidad que iba a ser la caña de España y que presentó reproduciendo palabra por palabra la habitual prosa bastarda que te cuelan los diseñadores para justificar la pasta que cobran. El problema aqui no es el coste, no nos vamos a meter en si un diseñador cobra más o menos, sino el hecho de que las redes tardasen nada y menos en encontrar que era una ligera variación de un logo de un banco de imagenes que costaba 2 euros, habían cogido algo hecho, pagado 2 euros, girado un poco, y despachado por casi 20000. Ayer dicho logo fue retirado «para utilizarlo en mejor ocasión». Miles de euros tirados a la basura, nos sobra, estamos que lo tiramos.

Para cuando fue retirado Juanillo había sido enviado en misión evangelizadora a Bruselas y colgaba este simpático mensaje que resume en unas líneas al personaje. Analicemos la cosa, «Hemos venido a Europa, una vez más», ojo a ese «una vez más» en plan, hostia puta joder, otra vez tenemos que venir a Europa este nido de protestantes y afrancesados a sacar las castañas del fuego, porque si no lo hago yo no lo hace nadie, que os come la mierda, me muero y no aprendeis. Sin duda Juanillo estaría más entretenido en su despacho afilando lapiceros y enviando mensajes cochinos de señoritas en tetas a sus amigos por el wasap, pero va y le toca coger un avión para cantarle las cuarenta a los funcionarios europeos.

Juanito afirma defender los intereses de la industria del automóvil, él, un paleto de pucela que no tiene cargo ni responsabilidad alguna relacionada con la industria automotriz, en una comunidad que es un erial y que mantiene varios núcleos industriales de multinacionales que, en un chásquido de dedos, podrían llevarse mañana la producción a Polonia o Estonia y quedarse tan panchos, va a sacar pecho por la industria y salvarla de la hecatombe.

Y dicha defensa consiste, según él, en postponer la entrada en vigor de unas restricciones relacionadas con la eficiencia energética, medidas que ha retrasado Alemania debido a la coyuntura geopolítica y la imposibilidad de abastecerse más que otra cosa. Pero Gaga afirma todo serio «es hora de desterrar el alarmismo climático y recuperar el sentido común», alarmismo climático dice, con las playas de españa a 35 grados abarrotadas en pleno puente de Octubre, varios records de temperatura incluidos y uno de los años más calidos desde que se lleva la cuenta.

Como conozco a varios con el mismo sistema operativo diría que al contrario que otros compañeros de partido que no se creen ni de lejos las sandeces que sueltan, con Juanito nos hallamos ante un tonto genuíno. Resulta tan patética la criatura que el hecho de que entre dos guerras que amenazan en desbordar y llevarnos a un conflicto gordo con mucha incertidumbre saque a pasear su imbecilidad sin el menor rebozo parezca casi hasta entrañable. Sería hasta risible si el hijo tonto no saliese tan caro.