Soto Ivars, tonto del año

No hemos superado la primera mitad del año y un postulante se destaca como gilipollas del año. No es que otros años fuese ajeno a este tipo de competiciones, Ivars lleva tiempo siendo bastante imbécil como para ser obviado, pero ahora parece que ha concentrado su subnormalidad ofreciendo picos de indudable merito mongolo.

Apenas recuperados de su columna «yo no soy racista pero» Choto Ivars dobla en otro medio progresista de contrastada calidad informativa, El Español, para contarnos que Sánchez podría salir a la calle con una pistola, disparar a la gente, y sus fieles le seguirían votando. Admitimos que es El Español, el diario indomable, rebelde, con regusto a alcanfor para el cuñado muy cuñado, y ahi uno no va a destilar lo mejor de sus esencias, pero la frase es copiada de Trump, que no se yo si es una fuente de la que copiar y si copiar en general es de pobres, copiar de Trump ya ni hablamos.

Sobre el hecho en si denota un conocimiento bastante erróneo de lo que es el votante de izquierdas en general y el del Psoe en particular. Hemos visto bastantes veces como el votante de izquierda deja de votar por motivos bastante peregrinos, y aventuraría que tampoco Sánchez es un líder que concite una fidelidad férrea ni que embelese a nadie. Lo que Soto Ivars y cualquiera en general debe preguntarse es si el votante del Psoe cuando vota no lo hace por Sánchez, sino por el reputisimo asco que genera una oposición liderada por un mermado que veraneaba con narcotraficantes y entre cuyas cabezas destacadas, no muchas, figura una desequilibrada psicópata. Votar contra eso es más fácil que votar por Pedro Sánchez, la alternativa a lo que hay es que no hay alternativa, no les entra en la puta cabeza.

La trayectoria de Ivars por otro lado sigue en su crescendo (o descenso) partícular hasta ir erigiendose en un referente para lo rancio, de hecho último es tan frecuente que solo hable, mal sobra decirse, de Sánchez que uno se pregunta como es posible que no lo hayan hecho fijo aún en El Hormiguero. Igual es incompatible con sentarse a la mesa de Iker Jimenez, ese tipo de compatibilidades parece solo reservada a mentes preclaras como la de Tamara Falcó. Pero no obvia un hecho simple que explica que hay detrás de esta gente y que a veces pasa desapercibido, es rentable opinar de una determinada manera, te dan premios de la comunidad de Madrid, te llevan a programas de Antena 3 y puedes acabar ganando el Planeta, que con Ivars seguramente alcanzaría otra cota de ignominia literaria, si es que puede decirse eso del Planeta, porque otra cosa es que Ivars aunque se presente o se presentara en su dia como escritor la realidad es que escribe como el puto culo.

Pero así son las cosas, comienza uno con el gusanillo de los clicks, generar tráfico, pisar juanetes, crear polémica y ser incómodo y cuando se quiere dar cuenta uno es un yonki del casito mediático, aunque eso implique soplapolleces y «abrir melones incómodos» o plagiar a Trump y no solo no se es incómodo, se es molesto, aparte de cansino porque ya los temas son uno, el que más redito da.

Pero no Ivars, ni abres melones incómodos, ni descubres nada ni muestras ningún grado de «valentía» hablando de «temas de los que no se habla por miedo a ser censurado» viendo la plantilla de gente opinando lo mismos temas, en terminos similares y en horarios de máxima audiencia (y su catadura claro, si fuese gente normal habría que preocuparse).

La realidad monda y lironda es que no tiene nada de valiente meterse con Sánchez en este caso, la mayor parte de los medios te van a pagar bien para hacerlo, ni decir que la culpa de todo es de la emigración (eso es racismo cuqui), o del feminismo. Ni es una guerra en la que estés solo, ni dices nada que no se ventile en el forocoches o grupos tróspidos del telegram, a veces con más gracia. Tranquilo, no vas a ser boicoteado ni acosado por grupos de charos agresivas. Choto Ivars, solo eres un pelele más del armazón mediático, ni siquiera de los más graciosos.