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Alpiste es el aperitivo

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Sostengo la teoría de que los medios se refieren a Alpiste como agitador por no referirse a él como subnormal, más ajustada a la realidad. Lo entiendo, si yo fuese periodista, aún un payaso como Vallés, me costaría horrores tener que contar a la audiencia que 800.000 seres vivientes han votado a un subnormal. Hay mucha derrota a diferentes niveles en ello.

Cuesta no obstante encontrar una definición acertada para el oficio de este pelafustán y otros similares. A veces participan en medios de mierda, otras colaboran con políticos de la talla de T. Cantó, te saltan del PP a UpyD, de este a Ciudadanos, compadrean con Vox (para presumir de antisistémicos parecen bastante integrados). El denominador común, la actividad más o menos constante es la misma, difundir bulos, infundios, chorradas y mentiras a través de redes sociales que les van cerrando al ritmo de las denuncias, a sueldo de gente a quien no les interesa que se sepa que se ensucian las manos, embustes que pueden ir desde ataques personales a teorías de conspiración más desnortadas. ¿Agitador? No se, agitar no agitan nada, mantienen a una masa de lerdos alimentando su estupidez mientras estan atentas a su actividad marrullera. Mamporreros, sicarios, delincuentes todo eso es más acertado.

Sin embargo tienen seguidores. Alpiste en concreto tiene unos 800.000 seguidores en si Insta. No es una cuenta compleja, los mismos seguidores que votantes. Esta también puede ser una lectura interesante, el escenario ha cambiado. Que un subnormal sea privado de manera juiciosa de espacio público en medios no quiere decir que no exista. Hay un submundo ahí fuera de redes sociales y canales, el de Alpiste en Telegram por ejemplo es un saco de mierda que elevaría el espando del personal varios grados de ser aireado. El diario de Pedro J. hoy no nos cuenta que el canal de Alpiste en telegram está lleno de mensajes nazis y pedófilos, en cambio nos enseña a su novia influencer, diario plural, indomable, tuyo.

Esos canales tienen audiencia y esta basura humana tiene seguidores, algo que no nos molesta hasta que saltan del compartimiento estanco de internet donde aún pensamos que lo que sucede es virtual, de mentira, eh Caravaca? y nos da en las narices. Pero igual que el mundo real tuvo que claudicar ante el submundo de las influencers petardas y los reguetoneros cutres, valga la redundancia, gentuza como Alpiste han ido ganando relevancia sin que los medios quisiesen admitir que había un bulto sospechoso bajo la alfombra y ahora es tarde para tratar de domésticarlos.

La pregunta inevitable es un poco como se llega a que un Alpiste saque 800000 votos. Como en todo por una concatenación de eventos. Hay una masa importante de gente que le da más credibilidad a un subnormal por internet que a los medios tradicionales. Como no somos un periódico no vamos a escatimar en autocrítica y decir que una prensa dominada por cabeceras sectarias y llenas de clickbaits no ha hecho nada por minar su propia credibilidad. Estar al servicio de quien paga la publicidad tiene eso, al final nadie te cree, u otorga credibilidada a un gilipollas que dice que Manuela Carmena era Paul en Aquellos Maravillosos Años. Esa es un poco la importancia de una prensa manteniendo cierto rigor, de que las cosas respondan a lo que se espera de ellas.

Pero ni con una prensa que no hiciera titulares a golpe de escaleta o cheque estariamos vacunados, me temo. Hay una generación ahí fuera que sigue en masa, en torno a 2 millones, a un mongolo que les dice que para ser ricos solo tienen que hacer flexiones, decir fucking y gastarse el dinero que no ganan como reponedores en el mercadona en un artículo de lujo totalmente superfluo. Y lo creen porque la realidad monda y lironda, es más aspera, claro, vas a ser reponedor toda tu puta vida, o ni siquiera estudiando te vamos a garantizar una vida de clase media. Cuando se den cuenta de que el finge hasta que sea real no funciona la hostia en el hocico será fina, aunque seguramente ya hayan encontrado a quien culpar, pero es un hecho que ahí fuera hay una importante cantidad de gente cuyas expectativas vitales distan de lo halagueño. Se sienten defraudadas por un sistema que no les garantiza nada (piensan, como Ana Iris, con razón o sin ella que viven peor que sus padres), por unos políticos sin credibilidad ni peso y minada la credibilidad de los cimientos se apuntan a cualquier bombardeo.

Esta gente está ahí. Nos han hecho gracia cuando seguían retransmisiones interminables de idiotas como el Rubius o similares soltando berridos jugando a videojuegos mientras les vendían mierdas digitales, se han criado escuchando una música que hace gente que no sabe música, ni vocalizar, en una cultura bastante mierdosa, y ahora simplemente alguien ha pensado que igual que para venderte un videojuego su falta de criterio te vale para venderte un voto. Y le ha funcionado con una papilla indigesta de mierda precocinada.

Y eso ya nos alarma un poco más. Hay una masa sufiente de gente al margen de los medios tradicionales, lo que no sería un drama en si, de no ser porque muchos estan desprovistos de capacidad de pensamiento crítico y/o que estan dispuestos a tragarse las memeces del payaso que consiga sintonizarlos. Y esto si es un drama. Que forocoches lleve a un borderline a eurovision es una cosa, que esté en disposición de poner fantoches en instituciones nos debe llamar la atención algo más. Hay varias generaciones que cada vez tienen expectativas vitales menos atractivas, que llevan tiempo viviendo en precario y a los que ya les han contado todos los cuentos desde instituciones carentes de solvencia que emiten un espectáculo barriobajero poco edificante y encima suficiente número de ellos son bastante tontos porque los hemos educado para ser idiotas. De ese escenario de ruina y descomposición brotan los monstruos, de momento tenemos monstruitos. Alpiste solo es el aperitivo.

Written by Anónimo

junio 11, 2024 a 1:26 pm

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